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10:45 am el 23 de Octubre del 2017

Caídas de los pacientes desde las camas son más frecuentes en los hospitales que en las clínicas

Hechos son claves para medir seguridad y calidad en la atención de enfermos
A cinco años de la Ley de Derechos y Deberes de los Pacientes, se está creando la primera base de datos sobre las atenciones en prestadores públicos y privados.
Fuente: El Mercurio

Aunque los pacientes se hospitalizan para sanarse, al estar internados igualmente se exponen a riesgos, tales como contagiarse de enfermedades, sufrir infecciones propias del ambiente hospitalario o tener lesiones derivadas de sus tratamientos.

Ante ello, los prestadores deben tomar medidas que reduzcan las posibilidades de que sus pacientes sufran esos eventos, lo que en definitiva aumenta la seguridad de los enfermos y la calidad de la atención que reciben.

La Ley de Derechos y Deberes de los Pacientes, que este mes cumplió cinco años, obligó a medir estos indicadores de seguridad. Y la primera encuesta a nivel nacional -encargada por la Superintendencia de Salud- revela diferencias entre los centros públicos y los privados.

Las diferencias

A nivel nacional, el sistema de salud registra 0,6 caídas de pacientes por cada mil días cama ocupados, aunque en las clínicas esa tasa es de 0,49, y en los hospitales públicos sube a 0,66.

Claro que entre las clínicas la tasa de incidencia de caídas varía de un mínimo de 0,6 a un máximo de 1,68. Mientras, en los hospitales va de 0,16 a 2,13 caídas por cada mil días cama.

Javiera Valdés, del Observatorio de Calidad de la Superintendencia de Salud, plantea que “el sector público recibe a pacientes en condiciones más vulnerables que el privado, y eso puede incidir en las diferencias desde el punto de vista macro“.

Para el intendente de Prestadores de la Superintendencia, Enrique Ayarza, “las diferencias no son significativas y si se comparan los resultados a nivel internacional, estamos muy bien. En otros países hay tasas de 2 hasta 7 caídas por mil días cama“.

La medición también muestra que las clínicas miden más periódicamente las caídas de sus pacientes, y que el 67% tiene a un encargado de calidad, cifra que en los hospitales es de 50%.

Chequeo en cirugías

La Superintendencia de Salud también revisó la aplicación de la lista de chequeo para la seguridad de las cirugías. Esto busca que antes de una intervención se revise la identidad del paciente, el sitio de la operación y si se esterilizó el material quirúrgico, entre otros. Las clínicas cumplen en el 96% de los casos, mientras que los hospitales, en el 92,5%.

Además, en las clínicas hay un 74% de cumplimiento de las medidas de prevención para evitar trombosis en pacientes operados y 96,5% de transfusiones hechas de acuerdo con los protocolos de seguridad. En los hospitales, esas cifras son 72% y 93%, respectivamente.

Ana María Albornoz, gerenta general de Clínicas de Chile, dice que “los pacientes son el centro de la actividad de las clínicas, nos debemos a ellos, y de manera constante trabajamos para ofrecerles el mejor trato y asegurarnos de que sus derechos se garanticen y respeten“.

Más de 3.100 fiscalizaciones

El 1 de octubre de 2012 entró en vigencia la Ley de Derechos y Deberes de los Pacientes, que estableció que los pacientes deben recibir un trato digno, tener información oportuna sobre su estado de salud y de los costos de sus atenciones, y que sus antecedentes médicos no pueden ser entregados a personas que no estén relacionadas con su atención, entre otras disposiciones.

Desde entonces, la Superintendencia de Salud ha realizado 3.112 fiscalizaciones a la norma. Lo más indagado es que el personal de salud se identifique, que existan procedimientos para los reclamos, y que los centros de salud exhiban la Carta de Derechos y Deberes.

Ana María Albornoz, de Clínicas de Chile, asegura que “la ley ha ayudado a ordenar y poner de manifiesto prácticas que en muchos casos ya se llevaban adelante y eran comunes en los centros de salud privado (…). Sin embargo, como ley ha permitido elevar aún más la vara, ayudando a estandarizar procedimientos que ya eran habituales, y a crear comités para asegurar que estos derechos se cumplan“.

Fuente: El Mercurio