Fármaco de bajo costo reduce en un tercio las muertes en pacientes graves por covid-19

Es barato, seguro y disponible en todo el mundo. En la búsqueda de tratamientos contra el SARS-CoV-2, la dexametasona, un corticoide que se viene usando desde hace 60 años para reducir la inflamación en patologías como el asma y la artritis, puede ser “el primer fármaco capaz de reducir el número de muertes por covid-19″.

Con estas palabras, investigadores de la U. de Oxford, en Inglaterra, dieron a conocer este martes resultados preliminares de ensayos clínicos con esta droga. Y los datos son esperanzadores: en bajas dosis ha conseguido reducir en un tercio (de 40% a 28%) las muertes en pacientes graves conectados a ventilación mecánica.

Esto significa que se evitaría una muerte entre cada ocho pacientes intubados, según precisa el doctor Martin Landray, uno de los autores del trabajo. Pero también sería beneficioso en pacientes conectados a oxígeno, pues reduce el riesgo de morir de 25% a 20%.

“Va a ser muy difícil para cualquier medicamento reemplazar esto, ya que por menos de 50 libras (unos 50 mil pesos) se puede tratar a ocho pacientes y salvar una vida“, dijo Landray.

Tras divulgar los datos, el gobierno británico autorizó de inmediato el uso de esta droga en pacientes graves en todo el Reino Unido, y la OMS anunció que coordinará análisis de los resultados y actualizará sus guías clínicas para el cuidado de estos pacientes.

El doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU., afirmó que “se trata de una buena noticia; es una mejora significativa en las opciones terapéuticas disponibles“.

Mirada con la que concuerdan especialistas locales. “Es una muy buena esperanza de tratamiento”, dice el doctor Nelson Varela, académico del Laboratorio de Carcinogénesis Química y Farmacogenética de la Facultad de Medicina de la U. de Chile. “Se sabe que el gran problema en los pacientes con covid-19 es la respuesta inflamatoria exacerbada, y este fármaco ayuda a revertir eso“.

De hecho, precisa, en el brote de SARS en 2002-2003 se utilizó la dexametasona, pero sin resultados concluyentes.

“Es un corticoide de uso habitual en muchas patologías que generan reacción inflamatoria. En varios centros ya se está usando, al igual que otros corticoides equivalentes para tratar a pacientes con covid-19″, agrega la doctora Claudia Cortés, infectóloga de la Clínica Santa María, en donde lo aplican desde abril.

A juicio de Varela, este estudio, una vez finalizado, va a dar información más clara de cómo utilizar la droga. “Hasta ahora se ha usado según el criterio de cada centro, pero conocer dosis adecuadas puede ayudar a reducir efectos adversos”, precisa.

Los datos divulgados por Landray y sus colegas provienen de un amplio ensayo británico de evaluación de diferentes terapias para el covid-19 —llamado Recovery y que comenzó en marzo—, entre las que se incluyen fármacos contra el VIH y la malaria (la cuestionada hidroxicloroquina).

En el caso de la dexametasona, se compararon los resultados de alrededor de 2.100 pacientes que recibieron este corticoide (en dosis de 6 mg al día, inyectables o en tabletas), frente a 4.300 pacientes que recibieron otros tratamientos.

En el primer grupo se observó que la droga redujo la respuesta inflamatoria que genera el sistema inmune como reacción al virus en casos graves, conocida como tormenta de citoquinas, que lesiona los pulmones y puede ser mortal. “No tiene efecto sobre el virus o su replicación”, precisa Varela.

Eso sí, la droga no parece ayudar a las personas con síntomas leves de coronavirus. Al contrario, puede ser contraproducente; de hecho, la OMS y otros expertos aconsejan no utilizar corticoides en etapas tempranas de la enfermedad, porque pueden alterar el sistema inmune e impedir la eliminación del virus.

“Al principio, uno combate el virus y quiere que el sistema inmune permanezca lo más intacto posible”, comentó Fauci a AP. Pero en etapas avanzadas del covid-19, la batalla contra el virus provoca tanta inflamación que ‘lesiona más de lo que ayuda’. Los resultados de Oxford “coinciden perfectamente” con esa idea, agregó.