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11:24 am el 1 de Octubre del 2019

Héctor Sánchez, UNAB: “El gasto en salud se ha duplicado, pero la percepción de calidad del sistema no ha mejorado”

La versión 2019 de la “Encuesta Nacional de Salud”, que desarrolla anualmente el Instituto de Salud Pública de la universidad, reveló que los usuarios reprueban -con un 3,8- el sistema de salud actual. Además, tampoco tienen esperanza en que éste y el acceso a sus prestaciones mejore en el futuro.

Hector Sánchez

 

Durante esta última década, el Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello (UNAB) ha llevado a cabo la “Encuesta Nacional de Salud”, cuyo objetivo es indagar año a año en la percepción de los usuarios acerca del sistema de salud chileno y algunas políticas sociales en este ámbito.

Dentro de este contexto, en la versión 2019 de esta encuesta se evaluó el sistema de salud actual, el cual -a nivel general- fue reprobado por los usuarios con un promedio de 3,8 (en una escala de 1 a 7).

Encuesta Salud

Esto significa que la gente considera que el sistema de salud no le está resolviendo sus problemas. Y esto tiene una explicación muy lógica: por un lado, han cambiado las necesidades de atención de salud de la gente, producto del perfil demográfico. Y por otro, el sistema de salud se ha mantenido muy constante respecto de los modelos que usaba hace 15 o 20 o 30 años atrás incluso, entonces, el sistema no ha tenido la velocidad en su conjunto, y tanto el público como el privado por separado tampoco la han tenido, de ser capaz de resolver dichas necesidades”, explicó a El Dínamo Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la UNAB.

Encuesta Salud

Y es que, por ejemplo, según la experiencia de los usuarios y sus beneficiarios, el acceso a las prestaciones médicas en general fue calificado como “muy poco oportuno, muy demoroso“, dejando una vez más en evidencia los problemas del sistema, problemas urgentes -asociados tanto a Fonasa como a las isapres- que los encuestados piden que se solucionen en este gobierno.

Como forma de entender más profundamente los resultados y alcances de la “Encuesta Nacional de Salud 2019″, El Dínamo analizó las variables con el director del Instituto de Salud Pública de la UNAB.

La razones detrás de las malas calificaciones
De acuerdo a los resultados de esta encuesta, el sistema de salud en general obtiene nota roja (3,8), ¿a qué factores se le podría atribuir esta baja calificación?

Esta es la décima encuesta que hacemos, y por ende, tenemos toda la historia. Y lo que hemos observado es que la nota de aprobación, con reprobación del sistema, se ha mantenido en torno a esta cifra, nunca ha pasado el 4.1. Por lo tanto, la percepción que la gente tiene respecto de la calidad del sistema, respecto de la experiencia de los servicios que ha recibido y también respecto de las expectativas, se ha mantenido siempre en ese rango.

Lo que es importante es que nosotros cruzamos esos resultados con el nivel de gastos en salud, y en el mismo periodo el gasto en salud se ha más que duplicado, pero la percepción no mejora en absoluto. Entonces, cuando nosotros vemos, por ejemplo, que el gasto se ha duplicado y la percepción se ha mantenido exactamente igual, lo que hicimos fue construir lo que se denomina un índice de valor, y construimos el índice de valor del sistema de salud chileno a partir de esta encuesta, y el índice de valor qué es lo que nos dice: que en un lapso de 10 años el índice de valor se ha reducido a la mitad. Entonces, en estricto rigor lo que observamos es que, a pesar de todo el gasto en salud, la percepción de valor de la gente ha disminuido.

Esto significa que para la gente el sistema de salud no le está resolviendo sus problemas. Pero ¿qué problemas tenemos hoy? Por ejemplo, tenemos hoy una población de tercera edad que es muy numerosa y que seguirá aumentando, y esa población requiere modelos de atención especiales, considerando que -de acuerdo a la última Encuesta Nacional de Salud- 9 millones de chilenos tienen más de dos patologías crónicas, y 4 millones y medio tienen más de tres patologías crónicas en forma paralela.

Siguiendo esta misma línea, pero en términos más específicos, se les pidió a los encuestados que evaluaran el acceso a las prestaciones médicas, el que en todos los casos fue calificado como “muy poco oportuno, muy demoroso”, ¿cómo se podría explicar un resultado transversalmente tan negativo?

Cuando uno mira la percepción de calidad propiamente tal, por ejemplo, lo que uno observa es que en el caso del sector público la variable más crítica tiene que ver con los tiempos de espera, de tal manera que la gente reclama que no se le atiende oportunamente cuando requieren una atención de urgencia, cuando requieren una atención de un especialista, etc. Por ahí va el reclamo.

En el caso del sector privado, lo que la gente reclama principalmente es el costo, la gente lo que dice es: “sí, me atienden, pero es muy caro, cada vez es más caro”. Entonces, esos son como los dos reclamos. En el caso del sector público los tiempos de espera y en el caso del sector privado la plata, y lo cual no es extraño porque en todos los países del mundo los sistemas públicos regulan por la fila y los sistemas privados regulan por bolsillo, así que eso es normal.

Reforma versus mejoras
Pese a las críticas que se adjudica el sistema, los usuarios afirmaron preferir, en un 68%, que se solucionen los problemas urgentes de las isapres y Fonasa, antes que esperar una reforma integral al sistema de salud, ¿cómo se podría entender esto?

Y la gente prefiere mayoritariamente que resuelvan los problemas, tanto de Fonasa como de las isapres, antes de estar esperando una reforma que no ha llegado y que llevamos muchos años esperando.

Por eso es que la gente con un espíritu muy pragmático dice “resuélvanme los problemas hoy”. Esto ayuda en mi juicio en la definición de la política pública, porque en definitiva no puede el mundo político seguir discutiendo si van a hacer o no una reforma profunda, que no llega nunca porque no nos ponemos de acuerdo, pero hay un camino, y el camino lo está marcando la misma gente, está marcando el camino al decir sabes qué; resuelva los problemas de Fonasa, que son los tiempos de espera, que es apuntar a una mayor cobertura, mayores prestaciones, mayores coberturas de seguros catastróficos, más disponibilidad en el caso de la libre elección, aseguren que los gastos no se me escapen y los pueda pagar. Y en el caso del sector privado, controlen el aumento de costo de las isapres, ya está bueno-por ejemplo- de que las isapres suban un 50% el valor del GES, eso es un escándalo aquí y en cualquier parte.

Encuesta Salud

Y lo que es peor, según los resultados de esta encuesta, es que la gente tampoco deposita su confianza que en un futuro va a mejorar considerablemente la calidad del sistema y de sus respectivas prestaciones, ¿a qué se podría deber tal falta de optimismo en esta materia?

La gente se da cuenta de que las cosas no van a mejorar a pesar de que gastan plata, y por lo tanto, desde esa perspectiva lo que la gente va planteando en definitiva es que a pesar de que va a gastar más, a pesar de que el sistema podría tener más edificios, más hospitales, más consultorios, la calidad de la atención no va a mejorar, ya sea en el sector público el tema de los tiempos de espera y en el caso del sector privado los costos. Por eso que la gente percibe que la calidad futura no va a ser mejor que la actual, que no va a ser ni mejor ni peor.

Es que la gente va mirando su propia historia y qué ha pasado, ¿ha ido mejorando? No, no ha mejorado, ¿me subieron los costos? Sí, pero ¿ha significado que ha mejorado la calidad? No, no ha mejorado. Entonces, cuando uno le pregunta respecto al futuro la gente dice “esto va a seguir igual“.

Cabe mencionar que la versión 2019 de esta encuesta incluyó una muestra de 1.212 casos, con un margen de error para resultados totales de ±2,81% bajo supuesto de varianza máxima. La medición contempló a personas entre 18 y 85 años residentes en las tres urbes más grandes del país, es decir, de la Región Metropolitana, Región de Valparaíso y Región del Biobío, pertenecientes a los GSE ABC1, C2, C3 y