Pese a muerte en Brasil, Oxford descarta problemas de seguridad en su ensayo

La autoridad de salud de Brasil, Anvisa, dijo ayer que murió un voluntario en una prueba clínica de la vacuna covid-19 desarrollada por AstraZeneca y la U. de Oxford, pero añadió que los ensayos seguirían.

La agencia señaló, además, que fue ‘formalmente informada‘ del suceso el pasado lunes y que seguirá su evaluación, pero no dio más detalles por la confidencialidad de los involucrados en las pruebas.

Oxford confirmó el plan de seguir con los ensayos, diciendo en un comunicado que después de una cuidadosa evaluación, “no hay preocupaciones sobre la seguridad de la prueba clínica”.

Según la cadena de noticias BBC, AstraZeneca también se refirió al hecho, diciendo que no podía comentar sobre casos individuales, pero que “todos los eventos médicos importantes son evaluados cuidadosamente por los investigadores del ensayo, un comité de monitoreo de seguridad independiente y las autoridades reguladoras”.

También indicaron que “esas evaluaciones no han generado ninguna preocupación sobre la continuación del estudio en curso”.

Por otro lado, el periódico brasileño O Globo informó ayer que al voluntario —de nacionalidad brasileña, según la Universidad Federal de São Paulo— se le había dado un placebo y no la vacuna del ensayo, citando fuentes no identificadas.

“Esta sería la explicación de por qué se decidió tan rápido seguir con el estudio, porque si la persona recibió un placebo, se descarta completamente que sea la vacuna lo que le provocó la muerte”, comenta Nicolás Muena, virólogo de la Fundación Ciencia y Vida.

“Además, es fácil descartar también que la vacuna le haya provocado covid-19, por ejemplo, porque la estrategia de Oxford está basada en una parte específica del virus que no causa la enfermedad”, añade.