Salud implementa cambios en contratos y licitaciones para ahorrar $26 mil millones

Cuando se trata de la salud pública, la gestión financiera es fundamental. Esto porque el sistema tiene una demanda que es muchísimo más alta que los recursos con los que se cuenta.

Esto se ve constantemente reflejado en la deuda hospitalaria, que a junio de este año alcanzaba los $321 mil millones, o en el déficit que proyectó la propia cartera para fin de año, que podría llegar a ser de $1 billón. Todo esto, a pesar de que el presupuesto del Ministerio de Salud es uno de los más altos, con $8,1 billones.

Con dicho panorama, el ministerio viene trabajando en la mejora de la gestión de los recursos, a lo que ahora se suma un plan de eficiencia que busca ahorrar $26 mil millones en tres años (ver infografía).

Para generar este ahorro, se están implementando compras conjuntas en insumos médicos, licitaciones de medicamentos a nivel nacional, licitaciones del consumo eléctrico y un aumento de los productos que contempla la canasta esencial de Cenabast.

“Son todas iniciativas necesarias, son positivas y van a aportar al sector. Creo que lo más relevante son los cambios en las compras de medicamentos, porque ahí el sector puede ahorrar una cantidad importante de recursos”, asegura Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello.

Justamente, solo a través de la ampliación de la canasta de productos de Cenabast, que pasará de incluir 285 a considerar 508 medicamentos, se espera ahorrar $13.873 millones.

En tanto, también se realizarán licitaciones de medicamentos que no están contemplados en la canasta. Por ejemplo, la macrozona Extremo sur, que incluye a los servicios de salud La Araucanía Sur, Valdivia, Osorno, Reloncaví, Chiloé, Aysén y Magallanes, ya prepara una licitación por $43 mil millones en la que se ahorrará cerca del 10%. Es decir, más de $4.300 millones.

Otras iniciativas
Pero los cambios en la adquisición de medicamentos no son una excepción.

Otras de las medidas que está implementando la cartera es un cambio en la forma de comprar electricidad para los hospitales. El ministerio pasará a ser un “cliente libre”, es decir, podrá licitar entre los productores de energía para encontrar las fuentes más baratas. De esta forma, se espera un ahorro de 2.559 millones solo en consumo energético.

Manuel José Irarrázaval, director del Instituto de Políticas Públicas en Salud de la U. San Sebastián, dice que “no hay una solución única para resolver el déficit del sector”. Pero agrega que “si se implementa cada una de estas iniciativas en cada hospital, se puede ir mejorando la situación general”.

Por ejemplo, ya se publicó la primera compra conjunta a nivel nacional. Esta adquisición contempla artículos de escritorio, insumos clínicos y hasta artículos de aseo. Todo por un total de $54 mil millones y con un ahorro de 10% para la cartera.

Luis Castillo, subsecretario de Redes Asistenciales, afirma que como parte de este plan de eficiencia “se pusieron en marcha las unidades de análisis y eficiencia que permitirán que cada Servicio de Salud haga un estudio detallado de todo el gasto y los ingresos de manera de poder identificar aquellas causas que impiden que mayor cantidad de capital se vaya a las atenciones de salud”.

Recuadro

Fuente: El Mercurio