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11:41 am el 4 de Enero del 2018

Super de Salud eleva exigencias financieras a isapres y deberán subir capital en US$ 65 millones

MODIFICÓ PARÁMETROS DE LIQUIDEZ Y PATRIMONIO Y TENDRÁN DOS AÑOS PARA ADECUARSE.
Aunque los ratios mínimos exigidos se mantienen, la autoridad modificó las cuentas que se deberán considerar para obtener dichos indicadores.
Fuente: El Diario Financiero

Super de Salud

SEBASTIÁN PAVLOVIC, SUPERINTENDENTE DE SALUD.

El 2017 será un año inolvidable para las isapres. Tras el vendaval que causó la quiebra de la ex Masvida, la Superintendencia de Salud emitió el pasado 27 de diciembre una circular donde concreta sus aspiraciones de elevar los estándares financieros que deben cumplir las aseguradoras. El documento corrige las cuentas que se deberán considerar al informar los indicadores legales, pero mantiene los mismos ratios que exige la ley de 0,3 veces para patrimonio y de 0,8 veces para liquidez, sin embargo busca aislar del uso de la cuenta corriente de las compañías, activos que no representen inversión efectiva y que podrían abultar su situación financiera.

Dado que no podemos elevar el estándar y atendida la experiencia de Masvida, lo que buscamos es que la industria se capitalice de mejor manera para efectos que ante la eventualidad de una situación financiera delicada hayan patrimonios suficientes para todas la obligaciones. Lo que hicimos para los efectos del cumplimiento de los indicadores es que existen partidas de activos contables que no se van a poder contabilizar para este fin“, comenta el superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic.

Según estimaciones de la autoridad, este cambio tendrá un impacto que obliga a las isapres a capitalizar en los próximos dos años unos $ 40 mil millones en sus patrimonios, es decir unos US$ 65 millones. “Esto significa que deberán capitalizar sus utilidades y no podrán retirarlas sino que mantenerlas. Este impacto y mayor capitalización busca robustecer al sistema y es un exigencia razonable dado la envergadura de la responsabilidad que tienen, atendida la experiencia“, explicó Pavlovic. Estas nuevas exigencias serán transitorias hasta un plazo máximo de dos años. Así, el posible déficit de patrimonio que traerá consigo este cambio deberá ser enterado por las compañías al 31 de enero de 2019 y de 2020.

Las isapres aún están evaluando a cuánto ascendería el impacto financiero que podrían traer estas nuevas exigencias. Aunque aseguran estar de acuerdo con robustecer el sistema, no comparten la forma en que lo está haciendo la autoridad. “Estamos de acuerdo en hacer de esta una industria más solvente y que garantice sólidamente sus beneficios a los usuarios, pero los cambios hay que hacerlos en forma ordenada y paulatina para que sean factibles y no se establezcan exigencias imposibles de cumplir. En otros sectores estas normativas se trabajan técnicamente, pues involucran patrimonio. Acá en nuestro sector no hay trabajo en equipo, coordinado, bien pensado, colaborativo entre empresas y fiscalizador“, señaló Rafael Caviedes, presidente de la Asociación de Isapres. Junto con la evaluación del impacto, la industria ya pidió reunirse con el superintendente para hacerle ver la postura de las empresas.

Cuentas que quedan afuera

Para determinar el Patrimonio neto y el Activo Corriente neto, variables que determinan el indicador de Patrimonio y de Liquidez, respectivamente, no se podrá considerar las cuentas por cobrar de empresas relacionadas o préstamos o créditos entre relacionadas. A esto se sumará la cuenta simple o de gestión, los costos de adquisición de contratos de salud y los activos intangibles, tales como programas computacionales. Se establece una excepción para las cuentas de empresas relacionadas solo cuando exista una obligación contractual con fecha de pago fijo y que contribuyan al financiamiento de prestaciones de salud otorgadas.

Y aunque el 2017 fue un año que las compañías querrán olvidar, la salud de sus resultados de última línea no deja de recuperarse. Las utilidades de la industria de las isapres a septiembre ascendieron a $ 63.992 millones, lo que implica un alza de 159,1% más que el año anterior, cuando fueron de $ 24.700 millones. Esta cifra representa 3,5% del ingreso de las compañías frente al 1,6% que reflejó el año 2016. Todas las isapres obtienen utilidades, con fuertes alzas. La lista la encabeza Consalud, con un alza de 1.004%, totalizando ganancias $ 6.131 millones, seguido por Banmédica que anotó un alza de 207% con utilidades por $ 19.115 millones.

Otra empresa similar es Cruz Blanca cuyas utilidades se incrementaron en 206%, con un resultado de $ 12.504 millones y Colmena con $ 11.723 millones, alza de 134%. La Isapre Nueva Masvida (ex-Optima) obtuvo utilidades por $ 5.465 millones, estados financieros que reflejan la adquisición de cartera de Masvida ocurrida en mayo. Estas ganancias se explicarían por un crecimiento del ingresos de 17,3%, que está dado por la recaudación por primas asociadas a la cobertura de las 80 patologías garantizadas (GES). La siniestralidad se redujo 3 puntos porcentuales, alcanzando un total de 85,3% comparado con el año anterior. En tanto, los costos de la industria se incrementaron 13,3%, totalizando $ 1.570 millones.

Fuente: El Diario Financiero