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11:09 am el 24 de Enero del 2020

FNE: informe de medicamentos profundizó regulación a las farmacias con comisiones fijas por ventas

La forma más efectiva de lograr una mayor competencia de precios es regular la forma en que operan” las cadenas, indicó el estudio.

Fuente: El Diario Financiero

FNE

Tras cumplir el proceso de consulta pública en que se recibieron alrededor de 70 comentarios de laboratorios, farmacias, asociaciones gremiales y expertos, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) publicó ayer el informe final de su Estudio de Mercado sobre Medicamentos cuyas conclusiones resumió en un paquete de 15 medidas enfocadas en cuatro objetivos fundamentales: que se introduzcan más bioequivalentes en el mercado; que se obligue a los médicos a recetar fármacos sin marca; que el Estado realice adquisiciones de manera más transparente, eficiente y efectiva; y que se obligue a las farmacias a dispensar los medicamentos más baratos.

Justamente en este último punto, la versión final del análisis más profundo realizado hasta ahora a la operación y transparencia de este mercado consolidó sus recomendaciones para las cadenas farmacéuticas. “Se estima que la forma más simple y efectiva de lograr una mayor competencia de precios -y una baja en ellos, por tanto- es regular la forma en que operan las farmacias, lo que traería consecuencias en la manera en que opera todo el mercado”, aseveró la FNE. Esto, dentro de su objetivo general encaminado a “una modificación de carácter estructural a la forma en que opera este mercado, para así lograr que en éste se compita en precios y no en marketing como ocurre actualmente”.

Es por eso, que junto con profundizar sus conclusiones en materia de dispensación de las recetas para promover que se ofrezcan efectivamente los productos más baratos en cada categoría de medicamentos, el informe reiteró su propuesta de reformar el sistema de márgenes de comercialización, estableciendo una “suma fija única en pesos por su labor como intermediario respecto de cualquiera de los productos médicos que dispense”, para así optimizar la fiscalización de estos valores a nivel de la industria. En este punto, se abrió a considerar montos diferenciados por nivel de medicamento clínico, apuntando a igualar el canon para los productos de una misma categoría. Sobre la conveniencia de esta medida, la FNE insistió en el hecho de que la farmacia obtenga un monto fijo en pesos por dispensar cualquier producto, para que así “no tenga incentivo alguno para dispensar un producto sobre otro“.

La recomendación se enmarca dentro de los mecanismos que buscan reducir el costo de los remedios, a los cuales se suman regulaciones a los precios que determinan los laboratorios- especialmente en el caso de los medicamentos con patentes- a los establecidos en los canales de distribución y la creación de seguros públicos o privados. “Los medicamentos son bienes de primera necesidad y una reforma efectiva en este mercado debe necesariamente modificar la forma en que actúan los laboratorios, los médicos y las farmacias y alterar la dinámica de la industria para introducir más competencia”, afirmó el Fiscal Nacional Económico, Ricardo Riesco, sobre las conclusiones a partir de las cuales proyecta, en general una reducción de 40% en los precios de estos productos. En materia de desarrollo de la industria, instó a que se permita la venta de medicamentos fuera de farmacias y a través de canales online.

Las claves del informe

Nuestro análisis nos mostró que este mercado necesita una reforma estructural y no diversas medidas aisladas que por separado no tienen la capacidad de cambiar el principal problema de esta industria, que es la competencia por marcas, como ocurre en cualquier otro mercado de consumo masivo”, indicó Riesco sobre el estudio que comenzó en abril de 2018.

Tras analizar los comentarios recibidos, la FNE propuso la creación de un sistema que transparente la relación financiera entre la industria farmacéutica y los médicos, para lo cual ve necesario implementar los mecanismos para que los pacientes tengan acceso la información de las transferencias de valor entre las partes. Otro aspecto que afinó la versión final del informe dice relación con la modalidad de prescripción de los medicamentos a partir de su principio activo –o denominación común internacional (DCI)- en las recetas, fórmula que está en línea con la Ley de Fármacos II que se discute en el Congreso.

Al respecto, la FNE precisó que las recomendaciones sobre prescripción por DCI se limitarían sólo a los medicamentos que cuenten con las condiciones de intercambiabilidad basadas en bioequivalencia, mientras que para aquellos productos que no tengan ese estándar, sugiere que se otorgue al médico la opción de señalar un nombre de fantasía, si lo desea. Junto con lo anterior, se entregan recomendaciones más estrictas para la conformación de los comités de farmacias. “Esto tendría como efecto, por ejemplo, que personas con conflictos de interés no puedan formar parte de estas instancias, así como la existencia de reglas de publicidad sobre su conformación y deliberación”, asevera.

Al abordar las barreras de entrada, la FNE apuntó al perfeccionamiento de los procedimientos para obtener la bioequivalencia y los registros de esta categoría de fármacos en el ISP: “Sugerimos establecer procedimientos simplificados reales -idealmente automáticos- en caso de contar un medicamento con registros sanitarios vigentes en países que cumplan con estándares de seguridad adecuados”. En este mismo ámbito, destaca la conveniencia de aumentar la probabilidad de entrada de nuevos competidores que ofrezcan alternativas bioequivalentes con la entrega de incentivos al primer entrante una vez que haya caducado la patente del medicamento innovador. “Este premio consistiría en tener la calidad de único genérico durante un período que estimamos debería ser mínimo de 180 días y máximo de un año. Así, este sería el único medicamento que competiría con el medicamento original durante este período”, destaca.