“Estas nuevas subvariantes de Ómicron probablemente podrán provocar aumentos repentinos de infecciones en poblaciones con altos niveles de inmunidad a la vacuna”, advirtió el doctor Dan Barouch, vinculado a la investigación.
La mayor parte de esas muertes (12,2 millones de los 19,8) se evitaron en los países de renta alta y media-alta, una contundente prueba de las desigualdades existentes en el acceso a las vacunas en todo el mundo.