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11:24 am el 8 de Enero del 2018

Isapres estiman que efecto de nueva norma implicaría subir su capital en unos US$ 300 mills.

La Superintendencia de Salud pidió que hagan ajustes a los cálculos de indicadores de patrimonio y liquidez.
La industria se reunió el viernes con el regulador y decidieron conformar una mesa técnica para discutir el criterio. El primer encuentro entre ambas partes será mañana.
Fuente: El Mercurio

Captura de pantalla 2018-01-08 a las 11.25.08 a.m.La agenda de las isapres los últimos días ha girado en torno a la determinación del efecto que tendrá para las compañías del sector la nueva norma, por medio de la cual la Superintendencia de Salud está instruyendo elevar las exigencias financieras a las que se enfrentan las aseguradoras de salud.

El 27 de diciembre, el regulador emitió la circular 304, mediante la cual impartió instrucciones a las isapres sobre el cálculo de los indicadores de liquidez y patrimonio. Por ley, el primero debe ser, al menos, 0,8 veces la relación entre el activo corriente y el pasivo corriente. En tanto, las firmas deben mantener un patrimonio igual o superior a 0,3 veces sus deudas totales.

Si bien la nueva norma no implica elevar esos números, obliga a que, para efectos del cálculo, las isapres descuenten las cuentas por cobrar y los gastos diferidos de comisiones de ventas, además de descontar la partida catalogada como “activos intangibles“.

Lo anterior se traduciría en eventuales requerimientos de capital adicional por parte de las aseguradoras de salud para poder cumplir con el nuevo estándar. Pese a que aún no hay consenso respecto de este monto -que la Superintendencia de Salud habría cifrado en unos US$ 65 millones-, fuentes de la industria manifestaron que tal como está planteada la nueva norma en la circular, podría implicarles desembolsar unos US$ 300 millones. La diferencia radicaría en que la superintendencia calculó el impacto con un criterio diferente del que se refleja en el escrito.

El presidente de la Asociación de Isapres, Rafael Caviedes, no quiso dar cifras sobre el impacto que podría tener esta medida tal como está. Sin embargo, señaló que “cambios de esta naturaleza -que implican aportes patrimoniales de los controladores- deben ser estudiados profundamente, tanto en su mérito, si se justifica el cambio, como en el impacto y los plazos suficientemente extendidos para no generar problemas de viabilidad a las empresas“. De todas maneras, destacó: “Por lo menos hemos percibido buena voluntad del fiscalizador para reestudiar la circular“.

Por esa razón y con la finalidad de entender el criterio de la Superintendencia de Salud en esta materia para poder definir el impacto, el presidente del gremio y algunos ejecutivos de la industria aterrizaron el viernes en la oficina del superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic.

En esa reunión quedaron de conformar una mesa técnica para evaluar la medida con mayor profundidad. El primer encuentro sería mañana martes, en el que debería haber un representante de cada isapre.

De aplicar la norma tal como está, fuentes de la industria aseguran que la isapre que requeriría de mayor capital para enterar patrimonio sería Cruz Blanca, seguida de Banmédica y luego Consalud. En tanto, las que menos necesitarían serían Nueva Masvida y Vida Tres.

Hay aseguradoras como Colmena, que tienen una holgura muy grande en su indicador de patrimonio. Por ejemplo, Colmena tiene esa exigencia en 1,03 veces sus deudas, siendo que la ley exige que sea superior a 0,3 veces. Por lo mismo, esta compañía podría cumplir igual con la nueva normativa, quedando con un indicador más bajo, pero superior al 0,3 que se le exige.

En tanto, en liquidez sí debería enterar capital, puesto que a septiembre, tiene el estándar en 0,84 veces la relación entre el activo corriente y el pasivo corriente, poco mayor al 0,8 que pide la ley.

Una de las dudas que surgieron en la industria en torno a esta nueva normativa radica en que si es que había que hacer ajustes, se debería partir con el de garantía, que la ley exige que sea equivalente al 100% de las deudas de las isapres con prestadores y afiliados. Esto, porque luego de la crisis de la ex Masvida se desató un fuerte cuestionamiento, luego de que la compañía cayera en incumplimiento de garantía, lo que derivó automáticamente en la intervención por parte del regulador. Esa situación desató que los acreedores de la ex isapre no pudieran acceder al respaldo de la totalidad de las deudas que mantenía la firma con ellos.

0,3 Veces las deudas totales de una isapre, al menos, debe ser el indicador de patrimonio.

0,8 Veces la relación entre el activo corriente y el pasivo corriente tiene que ser el estándar de liquidez de una aseguradora de salud.

Cambios de esta naturaleza —que implican aportes patrimoniales de los controladores—deben ser estudiados profundamente, tanto en su mérito, si se justifica el cambio, como en el impacto y los plazos suficientemente extendidos para no generar problemas de viabilidad a las empresas“.
RAFAEL CAVIEDES PRESIDENTE ASOCIACIÓN DE ISAPRES

Fuente: El Mercurio