Cambio de tendencia en las UCI: bajan los ingresos por covid-19 y aumentan los de otras patologías

La caída en los contagios de covid-19 que se ha observado en las últimas semanas ya se comienza a notar en la demanda de camas UCI de pacientes con el coronavirus. Si bien la baja aún es incipiente, en los últimos siete días la ocupación por el SARS-CoV-2 retrocedió en más de 100 camas críticas, llegando a 3.260 en el país.

Según cifras del Ministerio de Salud, tal reducción ya puede ser considerada como una tendencia, que en la cartera esperan que se mantenga. No obstante, casi a la par está ocurriendo un fenómeno que preocupa a las autoridades.

Enrique Paris, ministro de Salud, explica que ‘la ocupación de camas UCI por covid sigue bajando, lo que es una gran noticia, porque es un sufrimiento seguir consiguiendo camas críticas. Pero lo preocupante es que están cayendo las camas covid, pero están aumentando las no covid. Las camas covid tienen un margen neto negativo hace varios días, que se mantiene, pero tenemos un margen neto positivo con las camas no covid. No sé si está habiendo más accidentes o más infartos, descompensaciones, hay que aclarar eso’.

Este escenario ha generado un cuadro en el que no obstante la disminución de pacientes covid en las camas críticas, el total de ellas que está en uso a nivel país casi no ha variado en la última semana, estancándose en una meseta desde que se llegó al peak de ocupación. En el último mes las camas UCI ocupadas por pacientes no covid aumentaron 27%, de 806 a 1.026.

Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, recuerda que debido al incremento de contagios de la actual segunda ola, en marzo recién pasado el Ministerio de Salud decidió suspender todas las cirugías electivas.

Esa medida, que buscaba generar más capacidad para atender a personas infectadas con el coronavirus, también conlleva que otros pacientes vean retrasadas sus atenciones, lo que puede derivar en más descompensaciones, tal como se comprobó luego del primer peak de la pandemia, en 2020.

Priscilla Valdebenito, médico internista y jefe técnica de la UTI de la Clínica U. de los Andes, asegura que ‘muchas personas estuvieron sin control médico, sin hacerse estudios que eran necesarios, por ejemplo, de cáncer o patologías cardíacas, que en el fondo se aguantaron mucho, por diversas razones. La gente ha tenido dificultades de acceso, sobre todo en el sistema público, a sus controles crónicos, a medicamentos, horas médicas’.

Javier Gárate, jefe de la Unidad de Pacientes Críticos de la Clínica RedSalud Vitacura, concuerda y agrega que ‘en la patología no covid, hemos visto que las consultas han aumentado en patologías crónicas reagudizadas de tipo insuficiencia cardíaca, insuficiencia respiratoria reagudizada no covid, diabetes descompensada y daño hepático crónico’.

Uno de los mayores problemas asociados al alza de patologías no covid es que mantiene al sistema de salud en niveles críticos de demanda, con un personal cada día más agotado.

Sánchez advierte que ‘el tema es que las camas que se requieren ahora para pacientes no covid son más que las que históricamente necesitábamos antes de la pandemia. Y eso es porque la gente durante más de un año ha estado en forma muy limitada bajo control, principalmente los enfermos crónicos. Esto va a suceder y probablemente va a seguir por un tiempo largo’.

El académico proyecta que ‘durante los próximos meses las camas UCI van a seguir siendo presionadas en forma muy importante; por lo tanto, vamos a tener que mantenernos en torno a las 4.500 camas, aunque bajen los pacientes covid’.