Chilenos no creen protegerse con medidas contra el covid-19

Aunque las vacunas contra el covid-19 vienen literalmente en camino, la extensión por varios meses del proceso de inmunización hace que siga siendo crucial conocer las barreras para protegerse del virus. Y esa es la pregunta que hizo el estudio Movid-Impact que será presentado hoy.

La investigación es un trabajo colaborativo de la U. de Chile, el Colegio Médico y otros planteles como las universidades Católica, Diego Portales, San Sebastián y Central. Desde su primera versión, en abril, este Monitoreo Nacional de Síntomas y Prácticas Covid-19 en Chile ha consultado a 48.250 personas de 326 comunas.

Cristóbal Cuadrado, académico de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile e investigador del estudio, explica que es muy importante tener conciencia de que ‘en la mayor parte del año tendremos que vivir en modo coronavirus. Eso implica que la vida va a tener que seguir siendo dependiente de las medidas de cuidado y por eso requerimos entender mejor qué hace difícil cumplir esto’.

Según los resultados de la encuesta, que se realizó en diciembre y reunió 1.261 casos, el 66% considera al virus muy peligroso o extremadamente peligroso. En esa misma línea de temor, el 83% no cree ‘poder protegerse completamente si toma las medidas de protección adecuadas’.

¿Cuánto nos cuidamos? El 93% dijo usar la mascarilla fuera del hogar, seguido del 87% que respeta el toque de queda. La medida que menos se cumple es la distancia de dos metros (56%). La encuesta también desglosó el impacto que tiene el trabajar, pues se notan más barreras en quienes lo hacen. Por ejemplo, el 57% de aquellos que están laborando respeta la distancia física, ante el 70% que respondió lo mismo y que no trabaja.

Mientras, sobre el grado en que ‘mis cercanos y yo cumplimos las medidas’, un 43% dice hacerlo completamente, seguido de un 32% que lo hace ‘en gran medida’.

Para Cuadrado, es notorio que ‘la percepción de riesgo es muy alta. Lo que sí habíamos observado antes es que esto iba a la baja desde julio hasta noviembre. Con el incremento de los casos volvió a subir a fin de año’.

En ese sentido, enfatiza que ‘hay un correlato entre la comunicación de riesgo, la percepción y las conductas, y por eso es tan importante que haya una coherencia’.