Clínicas se despliegan en zonas de incendios en Valparaíso

El sector privado ha estado aportando con ambulancias, insumos, médicos, enfermeros y otros profesionales en la difícil tarea de atender a los damnificados.

Fuente: El Mercurio

Uno de los problemas que ha dejado el incendio en Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana ha sido que, debido a las diferentes prioridades de las personas, la primera semana no registró grandes consultas en los servicios de salud. Con dicho escenario, el Ministerio de Salud ha necesitado desplegarse con mayor fuerza hacia los sectores en que los damnificados permanecen cuidando sus enseres y terrenos.

Incluso, hasta ayer, solo 370 atenciones se habían hecho en hospitales y 975 en la atención primaria de salud, de un total de 15.689 que ya suma la red del Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota Petorca. Todo el resto se ha realizado en terreno, como albergues u otros lugares que no corresponden a centros asistenciales.

En medio de las dificultades, la red ha visto la necesidad de coordinar ayuda con clínicas y profesionales del sector privado, principalmente de Santiago y en Valparaíso.

Así, las principales clínicas de la Región Metropolitana han enviado a especialistas y técnicos hacia las zonas más dañadas por los incendios.

‘Valoramos profundamente toda la ayuda y el apoyo recibidos tanto del ámbito privado como del intersectorial, ya que han contribuido significativamente a fortalecer la respuesta en salud de manera más integral y oportuna’, plantea el Servicio de Salud de la zona.

La ayuda brindada

La Clínica Alemana asistió con profesionales broncopulmonares, traumatólogos, enfermeros de urgencia, psiquiatras y psicólogos, quienes brindaron apoyo, en coordinación con Desafío Levantemos Chile, en ‘la urgencia del Hospital Doctor Gustavo Fricke, el Cesfam Pompeya y Juan Carlos Baeza, además de albergues habilitados en sectores de Viña del Mar y Quilpué’, comenta Karen von Schwedler, encargada de comunidad del recinto.

‘Esperamos volver a la zona, ya que las necesidades son muchas y, conforme pasa el tiempo, van cambiando los requerimientos’, añade.

Von Schwedler señala que hasta ahora han visto descompensaciones y trastornos mentales, además de problemas con enfermedades respiratorias y pacientes crónicos, ‘los médicos coinciden en que los cuadros pueden ir cambiando durante las próximas semanas, pero siguen necesitando de tratamiento, por lo que es importante que tengan acceso a estas atenciones’.

Además, un equipo de la Clínica Indisa llegó hasta Quilpué, liderado por el jefe de urgencias, Leonardo Ristori, quien cuenta que fueron ‘prestando asistencia específicamente para heridas y quemaduras, con un equipo de cirujanos, urgenciólogos, enfermeras y tens (…). Eso fue lo que nos pidió la autoridad sanitaria local, lo que no impidió que atendiéramos a otras personas que oportunamente llegaron para otras cosas’.

Según comenta, ‘hay más gente consultando, pero como se niegan a abandonar los lugares donde están ubicados, nos vimos en la obligación de desplazar a un grupo de enfermeras a hacer algunas curaciones locales y tratar de convencerlos de que vinieran al lugar donde estábamos instalados’.

Ximena Herrera, enfermera supervisora de la Unidad de Rescate de la Clínica U. de los Andes, cuenta que en su caso los contactó la Seremi de Salud de la región, y que fueron toda la semana ‘principalmente a administrar dosis de vacunas’ a los lugares que la autoridad sanitaria les solicitaba, pero también estuvieron entregando insumos como agua, suero fisiológico y realizando curaciones de heridas en terreno.

‘Implementamos una ambulancia que va con un conductor, un técnico en enfermería, un enfermero, más una enfermera del vacunatorio de la clínica (…). Logramos ir a algunos puntos de Viña del Mar y otros en Quilpué. Y ahí lo que hicimos era armar una base donde la gente podía acceder a las vacunas. Ya los últimos días lo que tuvimos que hacer es ir terreno a terreno. Porque la gente tiene pánico y pavor de dejar su pedazo de tierra’, dice.

Y agrega: ‘Hemos hecho varias curaciones. Pensamos que lo que más íbamos a ver eran cortes, pero lo que más vimos fueron mordeduras de perros, porque me imagino que están súper estresados los animales. Hasta los mismos dueños, muy mordidos’.