¿Cómo proteger a los niños de los virus estacionales estos meses?

Durante los meses más helados aumentan las enfermedades respiratorias. Y aunque el frío por sí solo no hace que nos enfermemos, sí lleva a que algunos de los sistemas naturales de defensa del cuerpo no funcionen en su máxima expresión.

Fuente: El Mercurio

Por ejemplo, las bajas temperaturas pueden resecar la mucosa nasal y paralizar parcialmente los cilios, que son los pequeños pelos de la nariz, los cuales normalmente ayudan a impedir la entrada de microorganismos, protegiendo así al cuerpo. Esto hace más probable que las personas se infecten en caso de que estén en contacto con un patógeno.

Además, debido al frío, se ventilan cada vez menos los lugares, lo que genera un aumento de circulación viral si alguien está enfermo. Lo ideal es no exponer tanto a los niños a bajas temperaturas de no ser necesario, así como también intentar ventilar los espacios de la casa al menos una vez al día.

Esto repercute que, en invierno, las enfermedades respiratorias virales sean las más comunes. La presentación y gravedad de estas dependerá de la edad del paciente y sus comorbilidades, entre otros factores. En este período, las que más destacan son las enfermedades respiratorias por virus respiratorio sincicial, adenovirus, metapneumovirus, rhinovirus, influenza y, hoy, también coronavirus (covid).

Algunas medidas de protección eficaces para proteger a los más chicos son evitar lugares cerrados con mucha gente, como supermercados, malls y restaurantes. También un buen lavado de manos de manera frecuente y limpieza de superficies, ya que la higiene es importante para matar virus y bacterias que pueden estar circulando. Tampoco enviar a los niños al colegio si están con síntomas respiratorios o fiebre.

En ese sentido, los signos de alarma que indican que un niño debe ser llevado a urgencias en invierno es fiebre por más de tres días o que no cede tras 48 horas de iniciar antibióticos. Asimismo, signos de dificultad respiratoria, tales como respiración agitada, hundimiento de costillas y coloración azulada de labios; sensación de falta de aire, vómitos frecuentes, decaimiento progresivo o rechazo alimentario total.

Hay que estar atento a todos ellos, ya que se pueden presentar durante el curso de cualquier enfermedad respiratoria.

Una de las medidas más eficaces para prevenir la circulación de virus es la vacunación. Es fundamental realizarla en adultos y niños, porque, además, permite reducir los contagios y prevenir enfermedades graves y complicaciones por estos patógenos.

Es importante recalcar que este año somos el primer país en Latinoamérica que cuenta con la vacuna contra el virus respiratorio sincicial para los recién nacidos y todos los lactantes nacidos desde el 1 de octubre a la fecha.