Diferencia entre ingresos y egresos de pacientes por covid-19 alcanza su rango más favorable en toda la pandemia

Una de las primeras inquietudes desde que se supo que el covid-19 podía llegar al país fue reforzar la red sanitaria, ya que uno de los principales problemas que genera este virus es un colapso de los sistemas de salud debido a la alta demanda de camas críticas y de equipos de ventilación mecánica.

Si bien en junio de 2020 se vivió un escenario complejo, con más de 2.800 personas en UCI —casi tres veces la capacidad original—, la segunda ola de contagios elevó esa necesidad incluso más, superando los 4.300 pacientes.

La situación sigue siendo difícil, debido a que el sistema aún sigue funcionando muy por encima de su rango normal, a lo que se suma el agotamiento del personal de salud. Sin embargo, en las últimas semanas, al igual que con la caída de las infecciones, se empieza a ver una disminución en los ingresos a unidades de cuidados intensivos.

De hecho, la tasa de variación semanal de hospitalizaciones de pacientes con covid-19 (es decir, la diferencia entre ingresos y egresos) es la más favorable desde el inicio de la pandemia, con -15%. Esto ha permitido que la ocupación UCI caiga al 87%, luego de meses en las que se mantuvo por sobre el 90%.

De las 4.063 plazas críticas disponibles en el país, hay 3.542 ocupadas, es decir, existe una disponibilidad de 521, la cifra más alta desde la primera semana de septiembre del año pasado.

Alberto Dougnac, subsecretario de Redes Asistenciales, destaca que ‘del total de camas ocupadas, 1.991 corresponden a casos graves de covid-19. Son 356 menos que hace 7 días y 1.299 menos que el 10 de junio, cuando tuvimos el peak’. Agrega que ‘esta cifra continúa descendiendo, producto de la disminución de los contagios que venimos evidenciando desde hace algunas semanas. Al día de hoy, ingresa un promedio de 81 pacientes diarios, 63 menos que en el peak de la primera ola y 156 menos que en la segunda ola’.

Sebastián Ugarte, jefe de la UCI de la Clínica Indisa, asegura que ‘se ha visto una reducción en la ocupación de camas y en los últimos días, a contar de la semana pasada, una mayor disponibilidad de camas UCI e intermedias’.

El especialista comenta que ayer fue ‘el primer día en que en la clínica no tuvimos ningún ingreso por covid-19 a UCI. Tuvimos otros ingresos, pero ninguno por diagnóstico de covid, lo que es sorprendente porque no había pasado nunca en toda la pandemia’.

Mantener la mejoría

A la caída de la ocupación se añade que la tendencia en la baja de los nuevos contagios sigue consolidándose. Ayer se informó de 1.015 casos en las últimas 24 horas, más de mil menos que el lunes de la semana pasada, siendo el menor número desde noviembre del año pasado.

Claudia Cortés, vicepresidenta de la Sociedad Chilena de Infectología (Sochinf), advierte que ‘hay que entender que los números van mejor, pero eso no significa un abandono absoluto de todas las medidas de protección. De hecho, tenemos que seguir con las mismas prevenciones individuales de responsabilidad habitual, como son el correcto uso de mascarilla, lavado de manos, ventilar y evitar las aglomeraciones. Eso sigue en pie y va a seguir por un buen rato más’.

Según Cristóbal Cuadrado, secretario técnico del Colegio Médico, ‘lo que uno debería esperar es que mientras los casos se mantengan bajos, deberíamos ir viendo una reducción en la ocupación de camas UCI, lo que va a empezar a revertirse en la medida que el sistema hospitalario vuelva a reactivarse, a hacer cirugías y atender a todos los pacientes no covid’.

De hecho, el Ministerio de Salud ya envió un oficio para reactivar la actividad habitual, por lo que ‘uno esperaría que en las próximas semanas, los pacientes no covid van a empezar a subir y eso va a empujar al alza la ocupación UCI, pero por otro tipo de pacientes’, dice el doctor Cuadrado.