En la última semana, el 80% de los casos detectados en fronteras corresponde a Delta

En medio de uno de los mejores momentos epidemiológicos desde el inicio de la pandemia en Chile, con menos de mil pacientes con covid-19 en UCI, menos de 5 mil casos activos por primera vez en más de un año y un plan de inmunización que ha permitido vacunar con esquema completo a más del 68% de la población, aún existe una amenaza que podría cambiar el escenario en cosa de semanas: la variante Delta.

Lo que los expertos temen es que, tal como ha sucedido en países del hemisferio norte, si ella se transforma en la predominante en el territorio nacional, se podría generar un nuevo rebrote de infecciones, pese a la inoculación. Y si bien no es posible adelantar si esto sucederá o qué tan rápido sería su expansión, las cifras de las últimas semanas muestran que el avance de la mutación es cada vez más rápido.

Según información del Instituto de Salud Pública, entidad que lidera la secuenciación genómica, Delta fue detectada por primera vez en Chile entre el 8 y el 14 de junio de este año, representando desde entonces el 11,39% de las muestras analizadas en las fronteras.

Sin embargo, su presencia ha ido aumentando: hace cuatro semanas, el 25% de los positivos detectados en fronteras eran por Delta, pero en la última semana fue el 82% (ver infografía).

Esto se evidencia en la detección de contagios por transmisión comunitaria. De acuerdo con el último informe de secuenciamiento genómico del ISP, esta mutación fue identificada por la vigilancia comunitaria desde la primera semana de julio, y entre el 20 y 26 de julio ‘se observa un aumento en la detección de esta variante’: 12 muestras en vigilancia comunitaria y 34 en pesquisa de fronteras.

A la fecha, ya son 20 los casos de transmisión comunitaria de Delta.

A juicio de Cristóbal Cuadrado, secretario técnico del Colegio Médico, el foco de la estrategia sanitaria para mantener controlada la pandemia debería estar puesto en ‘mantener el uso de mascarilla, lavado de manos y distanciamiento físico; diseñar estrategias especiales para alcanzar a la población aún no vacunada; control estricto de fronteras y secuenciación de casos para contener la propagación de la variante Delta; mantener prohibición de actividades de alto riesgo, tales como eventos masivos, particularmente aquellos que ocurren en lugares cerrados’.

Si bien la presencia de Delta ha ido ganando terreno en el país en las últimas semanas, según Javier Tinoco, infectólogo de la Clínica Universidad de Los Andes, ‘es muy difícil predecir exactamente qué va a pasar, pero hay factores positivos que uno podría estimar que podrían mitigar su efecto. Lo primero es la vacunación. Tenemos una cobertura importante, una de las más altas del mundo, eso es sin duda un punto a favor. En los países que han tenido rebrotes por variante Delta, la mayoría de los casos ha sido en personas no vacunadas’.

Plantea que el segundo punto a favor es que muchos países que tuvieron rebrotes liberaron medidas muy abruptamente, incluso algunas básicas de autocuidado, como el uso de mascarillas, ‘cosa que no hemos hecho’, dice Tinoco.

‘Si bien se han ido liberando cosas dentro del plan ‘Paso a paso’, lo más básico se ha mantenido’, agrega.

Tal como aseguran los expertos, uno de los puntos fundamentales que podrían ayudar a contener una posible nueva ola de contagios por Delta sería la cobertura de vacunación. Por lo mismo, el Gobierno se encuentra trabajando para avanzar en la cobertura de rezagados, niños de entre 12 y 17 años y aplicación de dosis de refuerzo.

Pero además, ya se está estudiando la posibilidad de iniciar la vacunación en niños de entre 3 y 11 años. El subsecretario de Redes Asistenciales, Alberto Dougnac, asegura que dentro de las próximas semanas se podría iniciar ese proceso, aunque resalta que ‘tenemos que ir analizando toda la evidencia de que se dispone en Chile y en el mundo, y cuando tengamos suficiente evidencia podemos tomar la decisión y fijar la fecha de vacunación’.