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10:52 am el 19 de Marzo del 2021

“Estamos llegando al límite de lo que podemos dar, no vemos mayor holgura”

Junto a los desafíos actuales de la pandemia, el directivo advierte sobre la urgencia de abordar la progresiva acumulación de atenciones a las otras patologías, para lo cual el gremio trabaja en una propuesta.

Fuente: El Diario Financiero

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En momentos en que la segunda ola de la pandemia está poniendo nuevamente presión máxima sobre el sistema de salud, las clínicas están trabajando a toda máquina para cumplir la meta de ampliación de las camas críticas este 22 de marzo y asumiendo las nuevas directrices para el manejo las atenciones no Covid-19 que el Minsal dictó.

En este escenario, el gremio que agrupa a este sector puso en marcha un reordenamiento interno cuyo eje fue la creación de una nueva vicepresidencia ejecutiva, que fue asumida por Javier Fuenzalida este 1 de marzo. A partir de una estrecha relación con el directorio de Clínicas de Chile –que integran doce miembros-, dentro de su misión destaca el papel de vocero que represente los objetivos en común de los 41 asociados en un contexto tan complejo como el de pandemia.

‘El sello que quiero imprimir es cómo nos ponemos al servicio de la salud de Chile, entendiendo el rol preponderante que tiene el mundo privado’, indica Fuenzalida en su primera entrevista, que asume luego de su trayectoria en cargos como gerente de Personas en RedSalud CChC, gerente corporativo de Recursos Humanos de ENAP y superintendente de Seguridad Social entre 2005 y 2008.

Fuenzalida ha participado activamente de las reuniones entre los prestadores privados y las autoridades, especialmente con el dr. Luis Castillo, coordinador de Camas Críticas del Minsal: ‘Él y su equipo han ordenado la conversación.

Ahora, siempre hay roces, son cosas naturales, pero hemos visto que nuestra opinión es escuchada y valorada’.

No obstante, en el fragor de las acciones de la autoridad, el gremio fue sorprendido este martes con el decreto que suspendió las cirugías electivas en 11 regiones del país, manteniendo sólo las intervenciones impostergables, así como los pacientes oncológicos, pediátricos y que cumplan las garantías GES. ‘Nos hubiese gustado enterarnos de primera fuente, quizás todavía hay asuntos de forma que hay que cultivar y seguir puliendo’, señala.

– ¿Cuál es su diagnóstico de la evolución de la pandemia?

– La situación hoy es bien apremiante, solo empeora, esa es la verdad y el número de contagiados alumbra un mal pronóstico.

– ¿Cómo ve la capacidad de la red privada para cumplir la nueva ampliación de camas críticas?

– Hay una exigencia bien alta y estamos llegando a un número similar, y en algunos casos un poco superior, al peak del Covid del año pasado, donde la red privada reconvirtió una cantidad de camas muy importante que volvimos a levantar. Ahora, independientemente de esta meta que vamos a cumplir, estamos llegando al límite de lo que podemos dar, no vemos una holgura mayor a la que ya tenemos.

– ¿Por qué el cuadro podría ser peor que en la primera ola?

– Hoy la gran diferencia es que tenemos menos dotación, con disminuciones de un 20% en algunas clínicas y de hasta 25% en ciertas áreas. Así y todo hemos respondido y estamos logrando la meta que nos impone la autoridad, que entendemos correcta porque la urgencia es máxima.

– ¿Cuál es el escenario ante un eventual agravamiento de la pandemia en las próximas semanas?

– Sin ser exagerado, estamos llegando a un nivel extremo. La discusión se presenta hoy con números de una cifra y si podemos crecer en una o dos unidades.

Rol del sector privado

– El año pasado, las clínicas reportaron un fuerte impacto económico por la postergación de las prestaciones no Covid. ¿Cuál fue el balance al cierre de 2020?

– Fue un año difícil. Si bien todavía estamos por cerrar el informe de final, en general todas las prestaciones bajaron enormemente: en cifras de nuestros asociados en 2020 hubo 3,5 millones de consultas médicas, 66 mil operaciones y 2,5 millones de exámenes menos que el año pasado. Si bien varían caso a caso, en términos generales ha habido malos resultados.

– Cuál será el gran desafío para las clínicas una vez que recuperen su actividad normal?

– Detrás de la urgencia actual, nos aflige el problema enorme de las otras prestaciones que son indispensables de hacer más adelante, porque de lo contrario se llegará a una pandemia 2.0 si no se hace frente a todo lo que se ha pospuesto como consecuencia del Covid y que si no se enfrenta a tiempo puede aumentar a niveles peligrosos.

– Tras la experiencia contra la pandemia, ¿cuál es el rol que las clínicas buscan jugar en la resolución de las otras atenciones de salud a nivel general?

– Cuando un 40% de las personas hospitalizadas por Covid-19 ha pasado por nuestras clínicas, se ha demostrado que somos un actor relevante en la atención de la salud pública, y estamos trabajando en relevar ese rol.

– ¿Están trabajando en una propuesta para ese escenario?

– Estamos trabajando muy activamente en hacer una propuesta. No la tenemos resuelta aún, pero hay conversaciones en curso en ese contexto y tenemos que ponernos de acuerdo.

-¿Qué han aterrizado?

-Tenemos observaciones respecto de cómo las personas puedan elegir su prestador. Cuando se impone una variable –como ocurre cuando se tiene un precio cerrado-, no todos tienen la misma posibilidad de acercarse a esa condición porque no todas las clínicas son iguales en el sentido de que, si bien dan una salud de calidad, hay factores diferenciales respecto de los niveles de expertise y de complejidad, y eso hay que hacerlo evidente.