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11:36 am el 5 de Abril del 2021

Estar vacunado contra el covid-19 no evita la infección, pero sí su gravedad

El caso del gobernante argentino no es algo infrecuente, advierten los especialistas. Además, aunque tiene una carga viral menor, una persona ya inoculada puede contagiar a otros.

Fuente: El Mercurio.

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‘No tengo la menor idea de cómo me contagié. Soy alguien que se cuida mucho. Si no fuera por la vacuna, la estaría pasando muy mal’, dijo ayer a una radio local el Presidente de Argentina, Alberto Fernández, tras dar a conocer que dio positivo al test de PCR. Ya la noche del viernes, día de su cumpleaños, había comentado en Twitter que tuvo un leve dolor de cabeza y 37,3º de temperatura.

La noticia rápidamente dio la vuelta al mundo: el mandatario, de 62 años, ya había sido inoculado, el 11 de febrero pasado, con la segunda y última dosis de la vacuna rusa Sputnik V.

Una situación que no es imposible, como advierten los expertos. ‘Al igual que otras vacunas, como la de influenza, estas no siempre protegen de la adquisición de la infección, pero sí lo que se espera, y se ha demostrado en todas las vacunas aprobadas hasta el momento contra el covid-19, es que protejan de una enfermedad grave’, explica el doctor Carlos Pérez, infectólogo de la Clínica U. de los Andes y decano de la Facultad de Medicina y Ciencia de la U. San Sebastián de Santiago.

Precisamente, eso es lo que explica la eficacia reportada en ensayos clínicos con las vacunas disponibles en la actualidad.

‘Lo más importante es recordar que el principal objetivo de las vacunas, en general, es evitar casos graves, la necesidad de cuidados intensivos y la mortalidad’, complementa el doctor Ignacio Silva, infectólogo del Hospital Barros Luco y académico de la Facultad de Medicina de la U. de Santiago.

En el caso de las vacunas utilizadas en el país hasta ahora, ‘con la de Sinovac hemos visto que su principal eficacia se ve en disminuir casos que requieren hospitalización y cuidados intensivos’, dice Silva. Los ensayos clínicos muestran una eficacia inicial de 50%, pero que llega a 78% para prevenir casos leves y de 100% en casos moderados o graves.

La vacuna de Pfizer/BioNTech, en tanto, ha mostrado una eficacia inicial de 95%. Además, sería efectiva en niños de 12 a 15 años, como se dio a conocer esta semana.

A través de Twitter, el instituto ruso Gamaleya, en donde se desarrolla la vacuna Sputnik V, precisó que esta ‘es 91,6% efectiva contra la infección y 100% efectiva contra los casos graves’.

De hecho, Fernández permanece aislado, con síntomas leves y ‘físicamente bien’, según él mismo expresó a la prensa argentina.

Mantener la prevención

Desde el inicio de las vacunaciones en el planeta, surgieron casos de personas que se contagiaron entre dosis, por ejemplo. Esto se debe a que el paciente ya estaba contagiado al momento de ser inoculado o a que el mayor nivel de respuesta inmune se logra al cabo de dos semanas tras recibir la última dosis.

Otro punto importante, agrega Pérez, es que ‘si una persona vacunada adquiere la infección, por supuesto que puede contagiar a otros; la vacuna no lo impide’. Pero, agrega, ‘eventualmente podría tener menores cargas virales y, por tanto, el riesgo de contagiar disminuye’.

Por ello, aunque se esté vacunado, los expertos enfatizan mantener todas las medidas de prevención, como lavado de manos, uso de mascarilla y distancia física, así como evitar reuniones sociales con grupos masivos y en espacios cerrados.