Expertos en salud coinciden en que se debe mantener por ahora el toque de queda

Según especialistas, hay que desincentivar las reuniones sociales, aunque deben considerarse las realidades regionales.

Fuente: El Mercurio

El debate instalado en diversos sectores del país tras el anuncio del Gobierno de extender el estado de excepción, que finaliza el 13 de marzo, ha incluido en la discusión a expertos en salud respecto de la conveniencia de mantener el toque de queda, vigente desde marzo del año pasado, como medida para reducir la movilidad de las personas a lo largo del territorio.

El impacto del covid-19 se mantiene alto en diversos indicadores: hasta ayer se registraba el 94,2% de ocupación de camas de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), el mayor índice desde iniciada la pandemia. A ello se agrega una tasa de exámenes PCR positivos que se empinó al 10,92% en el país, el miércoles pasado, el mayor registro en más de seis meses, según datos del Grupo Epidemiológico-Matemático de la U. de Santiago.

Gabriel Cavada, académico del Programa de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, proyecta un ‘rebrote grande’ de casos hasta fines de marzo, lo que propiciaría mantener las actuales limitaciones de desplazamiento de la población. ‘Sabemos que las fuentes de contagio están en edades medias de la vida. Entonces, lo que hay que prevenir son las aglomeraciones y desincentivar de alguna forma las reuniones sociales masivas. Solo en ese sentido, una medida que podría ayudar sería mantener el toque de queda e incluso alargarlo un poco. Es decir, no iniciarlo a las 11:00 de la noche, sino que volver al estado de las 10:00 de la noche o incluso a las 21:00 horas’, dice.

Paula Margozzini, epidemióloga de la Facultad de Medicina de la U. Católica, sugiere mantener el toque de queda en marzo y después variar el horario de manera paulatina hasta que al menos el 80% de los mayores de 50 años se encuentren vacunados. ‘Considero que debería mantenerse (el toque de queda). Las reuniones sociales en horario nocturno suelen ser con participación de jóvenes y adultos en edad laboral, en espacios cerrados y sin mascarillas, porque se come, bebe y canta. Estos grupos etarios, a su vez, son los que tienen mayor diversidad de ‘círculos de contactos’ en la sociedad y las circunstancias de socialización en el horario nocturno promueven que estos eventos se transformen en ‘supertransmisores’. Estos eventos pueden llegar a ser responsables del 80% de los casos observados en una comunidad’, asevera Margozzini.

El martes pasado, en tanto, la doctora Ximena Aguilera, miembro del Consejo Asesor Covid-19, respondió a la comisión de Salud de la Cámara de Diputados la consulta sobre la justificación de mantener el toque de queda. ‘En el día de ayer (lunes), a raíz de este requerimiento de la comisión de Salud, se discutió en la reunión del consejo la justificación de mantener el toque de queda y se puede señalar que la opinión mayoritaria es que sería inoportuno levantarlo en este momento, en atención al contexto epidemiológico’, afirmó la especialista en un documento. Aguilera agregó que entre las propuestas del consejo figura vincular el levantamiento del toque de queda a las etapas avanzadas del plan ‘Paso a paso’, dependiendo de la realidad de cada región y ciudad.

Una posición que comparte Jeannette Dabanch, infectóloga del Hospital Clínico de la U. de Chile. ‘Estoy de acuerdo en no hacer innovaciones a las restricciones que tenemos hoy por la compleja situación epidemióloga que enfrentamos. Tenemos entre 3 mil a 4 mil casos diarios, tasa de positividad al alza y además el regreso de veraneantes a la Región Metropolitana’, detalló.

A su vez, José Miguel Bernucci, secretario nacional del Colegio Médico, plantea que la discusión sobre el toque de queda debe separarse del debate sobre extender el Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe, que en su opinión debe mantenerse, al permitir la implementación de medidas para contener la pandemia, como las cuarentenas. ‘Un toque de queda a nivel nacional con horario fijo y que no cambie por región tiene poca lógica sanitaria. El toque de queda debe ir de la mano de la realidad epidemiológica regional. En zonas del país en fases 4 y 5, por ejemplo, debería ir en retirada’, precisa Bernucci.