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1:29 pm el 13 de Abril del 2021

¿Hasta dónde puede seguir mutando el virus SARS-CoV-2?

El aumento de contagios genera mutaciones que favorecen al virus, como una mayor transmisibilidad. En cambio, ser más letal no es una ventaja a nivel viral.

Fuente: El Mercurio

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P.1, B.1.1.7, B.1.351 son letras y números que a la mayoría no le dicen mucho a pesar de su importancia: se trata de las nomenclaturas de tres de las variantes del SARS-CoV-2 consideradas ‘de preocupación’ por la OMS. Más conocidas por el lugar en donde fueron identificadas (Brasil, Reino Unido y Sudáfrica, respectivamente), las aprensiones apuntan a su mayor severidad.

Por ejemplo, en el caso de la variante detectada en Sudáfrica —la única de estas tres que no ha sido reportada en Chile aún—, la OMS estima que entre los casos hospitalizados aumenta en 20% el riesgo de fallecer; la identificada en el Reino Unido es entre 36% y 75% más contagiosa, mientras que tanto la sudafricana como aquella originada en Manaos (Brasil) elevan la posibilidad de reinfección.

Y aunque falta más evidencia, hace unos días se reportó el hallazgo de una nueva variante que combina mutaciones de las originadas en Sudáfrica y Brasil, así como otra reportada en India que han llamado ‘doble mutante’.

¿Hasta dónde puede seguir mutando el virus SARS-CoV-2?

Los cambios son naturales en cualquier virus; lo que está determinado en particular por la frecuencia con que se produce su contagio en la población: a más casos, más probabilidad de mutaciones, sobre todo si no hay un control adecuado. ‘Brasil fue un laboratorio natural de mutaciones’, dice el doctor Roberto Olivares, jefe de Infectología de Clínica Indisa.

‘Las mutaciones ocurren porque al copiarse la información genética en las células se producen pequeños errores que van cambiando el virus original’, explica Nicolás Muena, virólogo de la Fundación Ciencia y Vida.

Se estima que ya hay más de 4.000 variantes circulando por el planeta, aunque la mayoría no representa un peligro mayor que el virus original.

‘A veces estos cambios pueden ser favorables o desfavorables para el virus’, agrega la bióloga Andrea Silva, investigadora y directora del Laboratorio AUSTRAL-omics de la U. Austral. ‘Si la mutación es favorable, actúa la selección natural y comienza a aumentar la replicación de la variante que la contiene’.

Por ejemplo, que sea más contagioso, que tenga mayor carga viral o que logre evadir al sistema inmune.

Hay un límite

Sin embargo, la agresividad que puede presentar el virus tendría un límite, precisan los expertos. ‘Las variantes más ‘exitosas’ no son las más agresivas, sino las que se transmiten más y mejor’, dice Muena. Es decir, un virus muy severo elimina a su huésped con rapidez y no le da tiempo de expandirse.

Ese fue el caso del virus de la gripe aviar (H5N1), en 1995, dice Olivares. ‘Tuvo un 65% de letalidad, fue tan virulento que no alcanzaba a contagiar a otros’.

‘Las leyes biológicas terminan por imponerse. Estudios y análisis sugieren que la aparición de variantes más agresivas debe parar en un momento’, agrega.

El punto frente al SARS-CoV-2 es que ha mostrado ser un virus diferente y más ‘versátil’ que los ya conocidos. ‘Tiene muchas ventajas evolutivas que lo han hecho difícil de controlar. Además, se encontró con una población que no tenía ningún tipo de anticuerpos, lo que favoreció su transmisión’, dice Andrea Silva.

Hasta dónde puede cambiar, no se sabe con certeza. Por eso, junto con ahondar en las medidas preventivas y mejorar la trazabilidad, para evitar más contagios, los especialistas concuerdan en la importancia de la vigilancia genómica. ‘Identificar cuáles son las variantes que circulan en un país, su frecuencia, y evaluar los anticuerpos de los pacientes ya vacunados’, comenta Muena.

Una tarea que en el país realizan el Instituto de Salud Pública (ISP) así como un consorcio que agrupa a varias universidades.

‘Es importante identificar qué variantes predominan y hacer más investigaciones locales (por ejemplo, saber si afectan más a ciertos grupos etarios), para enfocar recursos hacia donde se necesiten. Además de estar atentos a si surge eventualmente una variante local’, puntualiza Silva.