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12:37 pm el 15 de Abril del 2021

La salud mental de los chilenos es la segunda que más ha empeorado en pandemia en el mundo

Solo Turquía supera a Chile en el porcentaje de personas que creen que su bienestar emocional y psicológico está peor que hace un año. Incertidumbre sobre el futuro y demoras en consultar juegan en contra.

Fuente: El Mercurio

saludmental
Los expertos ya hablan de ‘la otra pandemia’. Una que se hará más evidente una vez que el covid-19 esté bajo control, pero cuyo impacto ya es notorio en la población: el 56% de los chilenos estima que su salud mental ha empeorado desde que comenzó la pandemia del coronavirus.

Una cifra que ubica al país como el peor indicador en América Latina y segundo a nivel global, después de Turquía (61%), según el informe ‘Un año del covid-19’, elaborado por la consultora internacional Ipsos para el Foro Económico Mundial, que se dio a conocer ayer.

Se trata de una encuesta online, realizada en 30 países entre febrero y marzo pasados, y en la que participaron 21.011 personas, de 16 a 74 años (de ellas, 500 lo hicieron desde Chile). En promedio, el 45% de los encuestados a nivel global reconoció tener una peor salud mental que hace un año.

A nivel local, solo un 14% dice haber mejorado su bienestar emocional en el mismo período. La mayoría, en cambio, piensa lo contrario; un dato que confirma las sospechas de los expertos locales.

‘Chile ya venía con cifras muy malas de salud mental desde mucho antes —presentaba los índices más altos de depresión a nivel regional, por ejemplo—, por lo que hemos visto un aumento de problemas como abuso de sustancias, trastornos ansiosos, violencia intrafamiliar’, comenta el psiquiatra Paul Vöhringer, investigador adjunto del Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad (Midap), y director ejecutivo de la Red Internacional de Trastornos del Ánimo (IMN).

‘Se sabe claramente que el deterioro de la salud mental está determinado por el aumento del estrés y la ansiedad’, explica el neurocientífico Pedro Maldonado, investigador del Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI) y director del Departamento de Neurociencias de la Facultad de Medicina de la U. de Chile

Fenómenos que aumentaron con la pandemia, las cuarentenas y, antes, con el estallido social. ‘El impacto tiene que ver con la incertidumbre que se genera; el cerebro busca tener cierto control sobre el entorno y si no se altera’, agrega.

En el informe de Ipsos se vio que más de la mitad de los encuestados en Chile (56%) piensan que todo volverá a la normalidad en un lapso de cuatro a 12 meses. Una esperanza que de no cumplirse, puede significar otro golpe al bienestar emocional.

Planificar estrategias

Otro factor que influye en la calidad de la salud mental son los prejuicios y estigmas que aún priman en la gente, y que hacen ‘invisibles’ a estos problemas, lo que demora su consulta y tratamiento, lamenta Maldonado. ‘En pandemia además se ha dificultado la posibilidad de acceder a atención de salud’.

Aunque el impacto es transversal, desde niños a ancianos, ‘afecta más a grupos vulnerables, aquellos con menores recursos, con menos resiliencia y menor nivel educacional’, advierte Maldonado.

Vöhringer agrega que el covid-19 ‘ha desnudado de manera violenta la desigualdad en el país. Los grupos más vulnerables tienen una peor calidad de salud mental’.

Ipsos, de hecho, aclara que los resultados en algunos países de la muestra —entre ellos Chile— representan a la población más urbana, educada y conectada digitalmente.

‘De a poco comenzamos a dimensionar que hay grupos de la sociedad que han experimentado más costos que otros (…). Pero aún nos falta entender en qué nivel de deterioro de salud mental nos encontramos y cuál es el grupo con mayor daño’, comentó Alejandra Ojeda, gerenta de Asuntos Públicos de Ipsos Chile, al presentar el estudio.

Al respecto, Matías Irarrázaval, jefe del Departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud, opina que pese a tener limitaciones por tratarse de una encuesta en línea no probabilística, entrega ‘luces’ sobre el panorama actual. ‘Indicadores como este y otras encuestas realizadas sobre el tema refuerzan la necesidad de seguir potenciando acciones que promuevan la salud mental, como lo hemos hecho desde que partió la pandemia’.

Como ejemplo cita el aumento en $18.300 millones del presupuesto para salud mental y la creación del programa SaludableMente, en junio del año pasado. En www.gob.cl/saludablemente ‘los usuarios pueden obtener diversas opciones de ayuda profesional para el cuidado de su salud mental y de su bienestar emocional: atenciones, información, guías, números de teléfono, etc.’.

Además, está la plataforma telefónica 600 360 7777, opción 1, que entrega primera atención psicológica a quienes lo requieran, así como la opción de atención por videollamada.

Para los expertos, es necesario comenzar a planificar estrategias de apoyo para cuando la pandemia esté más controlada. Las patologías neuropsiquiátricas ya son la primera causa de pérdida de productividad, de ausentismo laboral y licencias. ‘Los problemas de salud mental se demoran en surgir, pero también en desaparecer —dice Maldonado—, por lo que hay que estar preparados para lo que se viene’.
Recuadro

– Minimizar el impacto

Reconocer que se tiene un problema es el primer paso para tratar de solucionarlo, dice el doctor Maldonado. ‘Está bien sentirse mal, porque es la respuesta natural a lo que estamos viviendo’. Para reducir el impacto en la salud mental, los especialistas aconsejan buscar, en lo posible, formas de reducir el estrés y la ansiedad. ‘Hacer cosas distintas, que generen momentos gratos y en espacios diferentes, si se puede’, sugiere Vöhringer.

Establecer rutinas también favorece el bienestar mental, agrega. ‘Fijar horarios para levantarse e ir a dormir, para trabajar y para no hacer nada, ayuda a la estabilidad’.

Maldonado aconseja fortalecer los lazos en el hogar y mantener el contacto social, virtual o mediante llamadas con otros, así como aprovechar de hacer actividad física. ‘Moverse tiene un efecto potente en el cerebro’.