La “segunda pandemia” ya impacta en las UCI: pacientes no covid ocupan más de un tercio de las camas críticas
Postergación de controles, cirugías y falta de diagnóstico oportuno han traído alta demanda de personas descompensadas por patologías crónicas, que supera la realidad previa a la pandemia.
Buena parte de esa presión se explica por la fuerte alza de atenciones no relacionadas al covid que el sistema de salud ha debido absorber desde fines de 2020. Si bien aún no hay una explicación definitiva, se cree que la postergación de miles de atenciones, controles y diagnósticos durante los primeros meses de la emergencia sanitaria ha generado un incremento sustancial en los casos de personas que acuden cuando su patología ya ha causado daños severos.
Es la denominada ‘segunda pandemia’.
Darwin Acuña, presidente de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi), señala que el alza de pacientes no covid ‘se empezó a ver cuando terminó la primera ola. Ahí bajaron los pacientes covid y la gente empezó a salir más, empezaron a controlarse nuevamente y muchos de ellos ya estaban descompensados. Con el aumento de la movilidad también crecieron los accidentes de tránsito. Es complejo porque no se modifican mucho esos números, todo lo contrario, van en aumento y ocupan muchas camas en este momento’.
Unidades llenas
De las casi 3 mil camas críticas ocupadas hoy en el país, un tercio corresponde a pacientes con patologías no covid. Durante los últimos meses, es una cantidad que no ha variado y permanece estable entre los 900 y 1.000 pacientes en UCI. Una cantidad que es casi el doble que el promedio previo al inicio de la pandemia.
Rodrigo Rosas, jefe de servicio de Urgencias de Clínica Alemana, dice que ‘una diferencia importante con la primera ola es que ahora estamos con mucha patología no covid. Hemos visto mucho infarto. Antes veíamos dos a la semana, ahora dos al día. Patología biliar, colecistitis aguda por problemas de la vesícula, pancreatitis; harto trauma, accidentados. Es una demanda mayor a la prepandemia’.
Luis Herrada, director médico de la Clínica Las Condes, advierte que ‘en los primeros meses de pandemia transformamos la red en un sistema de atención de pacientes covid y se dejaron de diagnosticar otras enfermedades. Entonces, empezaron a aparecer diagnósticos atrasados de personas, pacientes con cáncer que llegan con metástasis cerebral y su debut es una convulsión, cosa que no veíamos hace mucho tiempo. En eso estamos hoy: se está avanzando en recuperar el trabajo de un año en 3 o 4 meses’.
Herrada añade que ‘es por eso que esta segunda ola de covid nos toma con la unidades de pacientes críticos completamente llenas’.
El gran problema es que mientras los casos de covid-19 siguen en alza, y por lo tanto también la demanda de camas críticas por esa patología, la demanda por otras enfermedades no disminuye. Así, el sistema comienza a llegar a su máxima ocupación.
Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, bosqueja dos posibles soluciones para enfrentar este problema. La primera es ‘ir controlando el crecimiento de los casos de covid, de tal manera que disminuya la demanda por camas críticas. Las vacunas van a ayudar en esta materia. Están las cuarentenas, los cordones sanitarios, el toque de queda, más la medidas preventivas. Porque la demanda de pacientes no covid va a llegar sí o sí,’.
La segunda opción, añade, ‘es trabajar por la oferta y eso implica reconversión de camas. Pero se requiere personal capacitado para abrir más camas críticas, y entonces hay un límite hasta donde se puede crecer’.