Noticias

11:48 am el 4 de Agosto del 2020

Las medidas de prevención seguirán siendo vitales por un largo tiempo si no hay vacuna

El desarrollo de terapias antivirales también es un buen complemento en el manejo terapéutico de los pacientes que se enfermen con covid-19.

Fuente: El Mercurio

Las medidas

Aunque todas las esperanzas están puestas en las vacunas en desarrollo, la OMS recordó ayer que existe la posibilidad de que estas no funcionen y que nunca se logre un “remedio infalible” contra el covid-19.

Su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, llamó a seguir promoviendo rigurosamente el uso de mascarillas, el distanciamiento social y el lavado de manos. “Los ensayos clínicos nos dan esperanza, pero esto no significa que necesariamente obtengamos una vacuna”, dijo Tedros, quien recordó que los contagios confirmados a nivel global se han multiplicado por cinco en los últimos tres meses. Y países que parecían haber controlado la epidemia están sufriendo repuntes preocupantes, como España, Francia o Bélgica.

Para el doctor Mario Rosemblut, director ejecutivo de la Fundación Ciencia y Vida, el mensaje de la OMS es claro: “Lo que nos está diciendo es que hasta que no haya una terapia adecuada, hay que seguir cuidándose y no relajar las medidas de prevención”.

A eso hay que sumar el control de los contagios con el diagnóstico oportuno y el rastreo de casos y contactos. Sobre todo en naciones como Chile, en donde las altas tasas de infección están provocando que el virus SARS-CoV-2 se haya vuelto endémico.

Con el nivel de infección que tiene Chile, y con epidemias que están desincronizadas en las distintas regiones, lo que va a ocurrir es que nos vamos a seguir infectando entre las diferentes zonas del país a lo largo del tiempo. Este es el peor escenario que podríamos haber pronosticado”, dice el biólogo Tomás Pérez-Acle, director del Laboratorio de Biología Computacional de la Fundación Ciencia y Vida.

Esto se debe, en parte, a que “somos uno de los países con mayor infección del mundo por millón de habitantes”.

El especialista en modelamiento de pandemias aclara que en su último reporte epidemiológico —con datos al 1 de agosto— hay varias comunas que están en un escenario de endemia. “Esto ocurre cuando la tasa de crecimiento de la pandemia se mantiene constante aunque sea baja. En la práctica, eso significa que ante cualquier relajo o descuido va a volver a crecer y, si es así, va a ser un escenario peor que en abril, ya que la tasa de infección actual es mayor”.

Que se vuelva endémico, en pocas palabras, significa que el virus llegó para quedarse. Se hace prevalente en la población que circula dentro del territorio de forma permanente y lo que puede variar es la intensidad de contagio”, explica la doctora María Luz Endeiza, infectóloga de la Clínica U. de los Andes.

De ahí que Perez-Acle crea que los chilenos vamos a tener que acostumbrarnos a usar mascarillas, restringir el contacto físico y la movilidad de las personas. “Lo único que nos saca de esto es la vacuna”, aclara.

Incluso con la existencia de la vacuna, si no nos cuidamos, la posibilidad de rebrote es grande. Aún no sabemos qué tipo de inmunidad van a dar las vacunas y por cuánto tiempo, si va a ser una sola dosis o tendremos que vacunarnos todos los años como para la influenza. Por eso hay que pensar que por lo menos vamos a tener que usar mascarillas y mantener las medidas preventivas por lo menos un año, sino más”, agrega Endeiza.

Coincide con su opinión la doctora Laura Mendoza, broncopulmonar del Hospital Clínico U. de Chile y presidenta de la Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias. “Basta ver lo que pasa en Europa: ningún país ha logrado erradicar la pandemia. Es un hecho que lo mismo va a pasar en Chile. Por eso, la población debe mantener las medidas preventivas, como también evitar aglomeraciones en el transporte”.

Pese a todo, los expertos son optimistas. “Quienes están trabajando en las vacunas son laboratorios y centros de excelencia, con estudios en fase dos y tres que muestran resultados promisorios”, dice Rosemblut.

Lo mismo piensa el doctor Pablo González, del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia IMII y académico de la UC. “Si alguna de las vacunas en desarrollo no demostrara ser efectiva, sería ideal contar con tratamientos farmacológicos. Sin embargo, a la fecha las drogas estudiadas para su tratamiento no han demostrado eficacia significativa, por lo que la prevención sin duda sigue siendo la principal herramienta de defensa“.