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11:57 am el 3 de Agosto del 2020

Muertes por patologías hipertensivas se disparan: vinculan fenómeno a baja de controles de enfermedades crónicas

El miedo de los pacientes a acudir a recintos asistenciales y la dedicación casi exclusiva del sistema de salud a combatir el covid-19, ha impactado en un peor seguimiento de otras enfermedades.

Fuente: El Mercurio

Muertes

Más de 9.400 personas han fallecido a causa del coronavirus en Chile, mientras que otros cuatro mil muertos son considerados como casos probables de la enfermedad, por no contar con un examen PCR confirmatorio.

Sin embargo, el impacto que ha tenido el virus es incluso mucho más extenso desde el punto de vista sanitario, lo que después de cinco meses ya muestra nocivos efectos.

A juicio de Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, se produjo “una tormenta perfecta. Por un lado, la autoridad decidió suspender las prestaciones no covid, los prestadores también tomaron la decisión de no atender temas no covid y la gente comenzó a sentir miedo de acudir a los centros asistenciales. Esos tres factores han significado que las enfermedades que requieren control permanente se descompensen, lo que puede aumentar la mortalidad“.

Y es justamente eso lo que ya comienza a observarse. Según datos del Departamento de Estadísticas e Información de Salud del Ministerio de Salud, durante mayo las muertes por enfermedades hipertensivas aumentaron 25% respecto del mismo período de años anteriores, mientras que en junio el incremento fue de 47%. Algo similar sucede con los fallecimientos a causa de diabetes, que durante el mes pasado se incrementaron 22% respecto de 2019.

Alonso Silva, doctor en Física, concluye que “se observa una correlación entre el incremento de muertes hipertensivas y diabetes con el incremento de muertes por coronavirus“.

Sánchez asegura que esto es ‘lo que se denomina sobremortalidad. Los excesos de fallecimiento no se pueden atribuir directamente al covid-19, pero si indirectamente’.

Secuelas graves
Cristóbal Cuadrado, secretario técnico del Colegio Médico, plantea que desde la llegada del covid-19 a Chile se produjo una reducción de entre 40% y 50% en las atenciones de urgencia y hospitalizaciones por patologías como infartos o accidentes cerebrovasculares.

No es raro que esa baja del control de patologías crónicas se traduzca en un aumento de la mortalidad de aquellas enfermedades. Es parte del impacto indirecto de la pandemia”, indica.

Nicolás Bunster, cardiólogo de la Clínica Universidad de los Andes, así lo confirma y dice que “rara vez un paciente llega a sus chequeos. Lo que creemos que va a pasar es que una vez que baje el covid-19, va a llegar un gran número de pacientes que retrasaron la atención. Algunos se aguantaron un infarto en la casa y los que no fallecieron, van a llegar con secuelas muy graves”.

El exministro de Salud Álvaro Erazo adelanta que es necesario “reforzar la atención domiciliaria, impulsar un sistema de rescate de pacientes que han perdido continuidad de sus tratamientos, mientras que los recintos deben cautelar espacios de atención seguros para los pacientes de mayor vulnerabilidad”.

En tanto, Cuadrado agrega que “no basta con que los hospitales estén menos saturados, sino que hay que darles garantías a las personas de que el consultar por un problema de salud no relacionado al covid-19, no va a significar que va a terminar contagiándose. Esto puede ser una preocupación especialmente grande para quienes sufren de patologías crónicas, que tienen alto riesgo de morir si se infectan”.