Rezagados de vacunación de entre 18 y 29 años se redujeron 66% en últimos cuatro meses

Una de las preocupaciones respecto de la masiva campaña de vacunación contra el covid-19 es la situación de los rezagados, pues la circulación del virus, en especial de variantes como la Delta, ha aumentado en las últimas semanas y los expertos advierten que quienes no han comenzado su esquema facilitan el contagio.

Hasta el martes, de los 15,2 millones de personas que agrupa la meta original —desde los 18 años—, el 93% se encuentra inoculado con, al menos, su primera o única aplicación. Sin embargo, quedan 1.060.794 rezagados del proceso.

Evolución

Eso sí, si se comparan los datos con los de hace cuatro meses, del 16 de julio, dos semanas después de que se cumpliera el plazo para que el 80% de la población adulta estuviera vacunada (30 de junio), se observa una caída importante en la cifra, pues en ese entonces los rezagados eran 2.211.321, lo que implica una baja de 52%.

El grupo que registra la reducción más fuerte es el de entre 18 y 29 años, con una caída de 66,4%, al pasar de 755 mil a 254 mil.

Además, si los números actuales se comparan con los del 6 de octubre, los jóvenes del grupo mantienen su primer lugar en la baja: 25%, al disminuir desde los 339 mil (ver infografía).

Con todo, si se mira la proporción por grupo etario de quienes no han iniciado su esquema, en el de mayores de 80 de años, el 11,6% no lo ha hecho. Mientras que entre los 18 y 49 años se concentra la mayor cantidad de rezagados: 744 mil.

Movilidad

Para Erika Retamal, directora de Salud Pública de la U. de Talca, hay varios motivos por los cuales el grupo de entre 18 y 29 años ha bajado en rezagados: ‘Es la población que más se mueve y que ha ido mayoritariamente a vacunarse; es más afectado por las medidas de control y necesita su pase de movilidad. Todo conlleva a que tenga que vacunarse’.

Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, apunta que los datos muestran que ‘la cantidad de personas que no se ha vacunado no lo hacía por ser antivacunas, sino porque la oferta no estaba disponible en tiempo o lugar. Lo segundo es que la dosis de refuerzo ha generado un convencimiento en la población lo suficientemente alto para que la gente valore la vacuna. Y esto influye en que disminuyan los rezagados’.

Carlos Pérez, infectólogo de la Clínica U. de los Andes y decano de Medicina de la U. San Sebastián, lo atribuye ‘a dos factores: uno es que están más informados y confiados en la seguridad y efectividad, y también porque algunos han tenido que hacerlo para obtener su pase de movilidad, que les permiten más actividades’.

Con todo, Retamal añade que ‘hay un porcentaje de rezagados que, hagamos lo que hagamos, es complejo que tomen la decisión de vacunarse’, y reitera la importancia de recibir la inoculación, pues ‘disminuye la probabilidad de contagio y especialmente el riesgo de enfermedad grave y hospitalización’.

Enfatiza que como el virus se sigue reproduciendo y existe la posibilidad de más variantes, hay más ‘motivos por el que conviene cortar la cadena de transmisión con la vacuna’.