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12:35 pm el 15 de Diciembre del 2017

Guillier propone destinar 3 puntos de cotización de isapres a fondo común y afectaría a la clase media

Tiene como fin que personas del sistema privado puedan recibir algunas atenciones de salud en el sector público.
De concretarse, al menos el 28% de la cartera estaría en riesgo de irse a Fonasa por no poder pagar, según estimaciones de LyD basadas en datos de la Asociación de Isapres.
Fuente: El Mercurio

Unos US$ 1.200 millones al año se recaudaría con la propuesta del candidato de Fuerza de la Mayoría, Alejandro Guillier, que plantea destinar tres puntos del 7% de la cotización obligatoria de salud para un Fondo Solidario Nacional de salud.

Esto afectaría a quienes hoy destinan el 7% para pagar un plan en una isapre que, de concretarse esta idea, verían reducidos los recursos para ello, pues deberían redestinar 3 puntos al fondo común y desembolsar dinero extra para mantener la cobertura de su plan en el sistema privado.

Con la medida, la candidatura oficialista apunta a fortalecer la universalidad y la calidad de la atención pública y permitir que tanto las personas afiliadas al sistema de isapres como las que están en Fonasa puedan tener derecho a alcanzar beneficios a la Atención Primaria de Salud en el sector público, como consultorios. Así, según establece su programa de gobierno, ambos grupos accederían a “consultas, controles y tratamientos con kinesiólogos, asistentes sociales, psicólogos, matronas y otros profesionales que hasta hoy no están disponibles“.

La economista y directora del Programa Social de Libertad y Desarrollo (LyD), Alejandra Candia, afirma que “si consideramos que, en promedio, al menos 1,5 de los siete puntos de la cotización se destinan al pago de licencias médicas, esto además de constituir un desincentivo al trabajo formal, dejaría disponible apenas 2,5 puntos para financiar prestaciones en salud de planes fuera del sistema público. Esto sin duda perjudica la situación de quienes hoy se encuentran en el sistema isapres“.

Hoy existen 3,4 millones de personas en el sistema privado de salud, las que, según Candia, “(en su mayoría pertenecen a la clase media (63,4% según la última encuesta Casen)“.

Comandos se enfrentan

La ex ministra de Salud y miembro del equipo de Alejandro Guillier, Soledad Barría, explica que “la idea es terminar con esta segregación de dos sistemas -uno para los que tienen más riesgo y menos plata, que son el 80% de la población, y otro para los más ricos que tienen más recursos- y hacer un fondo común que vaya a darles a todos garantía en la Atención Primaria de Salud“. Con todo, reconoce que al principio habría “reticencia” por parte de quienes son beneficiarios de isapre. “Esto no se trata de que se les quite ese 3% y no se les entregue nada, porque se les darán servicios“, dice.

César Cárcamo, miembro del equipo programático de Salud de Guillier, asegura que con los tres puntos de cotización de los afiliados a isapre contarían con el dinero necesario para el plan universal de salud primaria, pues recaudarían poco más de $700 mil millones anuales. Barría agrega que se contempla la realización de 300 centros comunitarios de salud, para planificar la sobrecarga que podría producirse.

Emilio Santelices, coordinador del equipo programático de Salud de Sebastián Piñera, analizó la propuesta de Guillier y determinó que si bien al contar con los recursos que aporten los afiliados a isapres, el per cápita para la atención primaria podría llegar hasta $9.698 el próximo año (en la Ley de Presupuestos se aprobó un per cápita de $5.020 con el sistema actual), habría perjuicios. “No están considerando un ajuste por riesgo, es decir, que se les dé más financiamiento a los pacientes más enfermos, que son, precisamente, los del sector público“, dice. Y añade que “al aumentar en 20% la cantidad de pacientes de consultorios, el sistema público colapsaría“. Además, plantea que la iniciativa es regresiva y que afecta a la clase media y también a la población más vulnerable, que hoy está en Fonasa.

Alejandra Candia advierte que la medida podría terminar con la industria privada de salud “monopolizando el aseguramiento en manos del sector público“. De hecho, al menos el 28% de los afiliados, en caso de aplicarse la medida, dispondría (luego del descuento del 3%) de un monto inferior a lo requerido para comprar un plan de salud básico, según estimaciones de LyD basadas en información de la Asociación de Isapres. Así, cerca del 30% de la cartera de isapre estaría en riesgo de tener que irse a Fonasa.

63,4% de los 3,4 millones de beneficiarios que existen en el sistema de isapres pertenece a la clase media, según LyD, sobre la base de datos de la encuesta Casen.

600 mil personas que están en Fonasa tienen un salario superior al promedio de los afiliados de isapres, según el comando de Sebastián Piñera.

(La cotización del 7%) no es de propiedad de la persona. Si fuera de su propiedad, podría ir y pedir que se lo devuelvan. Está descrito como un Fondo de Seguridad Social“.
MARÍA SOLEDAD BARRÍA, MIEMBRO EQUIPO SALUD DE GUILLIER

Estamos en presencia de un impuesto, que afecta a la clase media y va a ser regresivo. (…) Parten de un diagnóstico errado de que las isapres son para los ricos, y eso es ignorancia“.
EMILIO SANTELICES, COORDINADOR DEL EQUIPO PROGRAMÁTICO DE SALUD DE SEBASTIÁN PIÑERA

Isapres: “Es un impuesto que termina siendo regresivo

Para el presidente de la Asociación de Isapres, Rafael Caviedes, la propuesta del candidato de Fuerza de la Mayoría, Alejandro Guillier, parte de una concepción equivocada de que las personas que están en isapres no contribuyen a financiar la salud del sistema público. “Se pretende incorporarle más solidaridad y más equidad, en el sentido que todos tengan acceso a un sistema de salud similar. Pero esto es como quitar los patines“, advierte. Con ello, añade que al tener un mejor ingreso promedio quienes están en isapres, “contribuyen a financiar el sistema público a través de sus impuestos“.

Caviedes plantea que la Constitución define que las personas podrán elegir hacia dónde canalizar sus cotizaciones de salud, por lo que no sería posible, a su juicio, obligar a quienes están en isapres a recibir servicios estatales de atención primaria financiados con la cotización del 3%. “No me cabe duda que las personas (que eligen estar en isapres) prefieren recibir los servicios privados, aunque tengan que pagar un copago o tengan que comprar medicamentos en la farmacia“, dice.

Así, en caso de implementarse una medida de este tipo, expresó que “si las personas quisieran conservar los mismos beneficios que tienen, tendrían que compensar ese 3% que se está yendo como impuesto al Estado“.

Además, Caviedes advierte que “este es un impuesto que termina siendo regresivo, porque al final va a afectar a las personas de clase media“. Esto, porque quienes tienen rentas muy altas cotizan por el tope. “En cambio, el trabajador que gana menos de $2 millones se ve afectado en un 100% por esta medida“, dijo.

Por último, cuestiona la capacidad de los centros públicos de atender a ambos grupos. “Se recargarían los servicios públicos con gente que antes era atendida por el sector privado de salud. Si hoy no atiende bien a 12 millones de personas, ¿cómo va a mejorar sus servicios dando atención a 17 millones?“, concluye.

Personas que hoy no tributan cederían $216 mil anual de su sueldo

Un análisis de la consultora Altura Management afirma que los tres puntos de cotización al fondo común serían un nuevo impuesto y que perjudicarían a la población más vulnerable. “En la actualidad, toda persona que gana por encima de $634.122 mensuales paga impuesto a la renta. Con la incorporación de este nuevo impuesto, personas que hoy no pagan impuesto, por ejemplo, quienes ganan $600 mil mensuales, deberán ceder al Estado $216 mil al año, los que restarán su capacidad adquisitiva en materia de salud“, afirma el documento.

Fuente: El Mercurio