Utilidades de isapres caen 85% en 2019 por alza de costos de salud y judicialización

2019 no fue un buen año para las isapres abiertas del sistema. Al cierre reportaron utilidades por $9.465 millones, una caída de 85% respecto de los $63.131 millones de 2018. Es más, el resultado operacional fue una pérdida de $25 mil millones, algo inédito en la historia del sistema, según la Asociación de Isapres. ‘La caída en los resultados de la industria tiene relación con un aumento de $247 mil millones (10,7% anual) en los costos de salud por atenciones y licencias médicas superior al incremento de $200 mil millones (7,5% anual) de los ingresos provenientes de las cotizaciones’, explicó Josefina Montenegro, presidenta del gremio.

Pero esa no fue la única explicación, ya que la judicialización en el alza de los planes y de la prima GES también golpeó con fuerza al sector. En 2019 se interpusieron 220 mil recursos de protección contra el precio base y 140.000 contra el precio GES, que implicó un pago en costas de $38,5 mil millones, ‘dinero de la seguridad social que es desviado hacia fines distintos del financiamiento de la salud de los afiliados’, indicó la representante del gremio, quien agregó que ‘el aumento del pago de costas impide que los ingresos se ajusten al crecimiento de los costos, lo que tiene al límite al sector y amenaza la sustentabilidad futura’.

En la asociación indicaron que el resultado operacional negativo de $25 mil millones es el peor de la historia del sistema de salud privado. Al cierre de 2018, este indicador fue de $60 mil millones. Asimismo, y aunque aún no son públicos los números de cada isapre, en el gremio indicaron que tres de las seis isapres abiertas registraron pérdidas y la utilidad de la industria fue equivalente a 0,3% de los ingresos provenientes de cotizaciones, generando en promedio una ganancia por beneficiario de solo $236 mensuales.

Si se mira el cierre de septiembre del año pasado, había cuatro compañías que ya informaban pérdidas. Colmena arrojó una pérdida de $930 millones, Cruz Blanca $5.328 millones, Nueva Masvida reportó números rojos por $1.960 millones y Consalud otros $3.427 millones. De hecho, al cierre del tercer trimestre del año pasado, la Superintendencia de Salud informó pérdidas por $6.935 millones en todo el sistema de isapres abiertas, lo que se habría revertido al hacer el consolidado del cuarto trimestre, principalmente por efectos no recurrentes de algunas entidades.

Sector en reforma

Cabe recordar que el sistema está en pleno proceso de reforma. Primero, el Gobierno anunció en diciembre del año pasado que las mujeres pagarán por su plan de salud lo mismo que los hombres a contar de abril de este año. Para ello, el Ejecutivo comunicó que con una circular modificará la tabla de factores, mecanismo que en razón del sexo y la edad de las personas determina los cambios en el precio de los planes, poniendo fin a las diferencias de valor por sexo y disminuyendo las brechas por edad (habrá solo siete tramos y no 18). Ello, se estima, debería disminuir la judicialización. Sin embargo, quienes pagarán ese cambio serán los hombres y las mismas isapres. Según dijo el ministro de Salud, Jaime Mañalich, las aseguradoras deberán asumir un costo cercano a los $30 mil millones.

Sobre ese punto, Montenegro dijo en una entrevista con ‘El Mercurio’ en diciembre que ‘coincidimos en que es un costo importante para la industria. ¿Cómo se va a enfrentar? Tendremos que ser más eficientes. No tengo ninguna duda de que las isapres buscarán las alternativas para ir enfrentando ese mayor costo que, efectivamente, es significativo y un gran esfuerzo en pos del beneficio de los afiliados. Las isapres están dispuestas a invertir en ello’.

Además, la Superintendencia de Salud junto con el INE crearon el ‘IPC de la salud’, que este año arrojó que el alza de los precios de los planes no debiera exceder el 4%, con una banda superior de 5,2%. Otro punto de presión para las aseguradoras. Todo esto, además, mientras el Gobierno empuja por una reforma que crea un sistema universal con un precio único y sin discriminación entre hombres y mujeres. ‘Tenemos esperanza de que este proyecto de ley vea la luz rápidamente para hacerse cargo de la reforma que necesita el sistema privado. Hay situaciones que no pueden seguir esperando, que es una vergüenza para nuestro país y para nuestros sistema de salud en términos de equidad y justicia en término a las respuestas que queremos darle a la ciudadanía en sus legítimas demandas’, indicó en diciembre el ministro Mañalich.