Sociedades médicas concentran más de un cuarto de las compras de servicios de hospitales a privados

Actualmente existen más de 190 hospitales a lo largo de Chile y el plan de inversiones del Gobierno contempla dejar construidos otros 25 en cuatro años. Pero, aunque cada vez hay más recintos de atención, uno de los principales problemas del sistema público de salud sigue siendo la falta de personal; sobre todo, médicos especialistas que permitan otorgar un servicio oportuno a toda la población.
Para paliar esa brecha, y seguir cumpliendo con las atenciones -por ejemplo, con las prestaciones incluidas en el plan AUGE, que tienen plazos máximos de atención garantizados por ley-, es que los establecimientos contratan a privados para que estos los ayuden a resolver los problemas de salud de sus usuarios.

Según informes de la Subsecretaría de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud enviados al Congreso -cumpliendo con lo estipulado en la Ley de Presupuestos-, durante el primer semestre de este año los hospitales del país han comprado servicios a privados (ya sea clínicas, centros médicos u otras empresas) por más de $112 mil millones. Y, de ese monto, el 28% corresponde a contratos con sociedades médicas.

En ese último grupo están consideradas las empresas formadas por facultativos que, generalmente, trabajan parte de su jornada en hospitales del sistema público, pero que fuera del horario laboral por el cual están contratados ofrecen sus servicios de manera particular.

Si se mira el detalle de las compras, se observa que hay diferencias considerables entre los 29 servicios de salud.

Mientras en el de Aysén, el Metropolitano Central, Magallanes y O’Higgins menos del 6% de las compras a particulares fueron hechas a sociedades médicas, en los servicios Viña del Mar-Quillota, el Metropolitano Suroriente y Ñuble las contrataciones a estas empresas representan más del 60% de los servicios que adquieren de privados (ver infografía).

Según Manuel Inostroza, decano de la Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián, “estas diferencias esconden brechas en las capacidades de gestión que están teniendo los directivos de hospitales y de los servicios de salud”.

Agrega que “normalmente los directores que logran transparentar el cumplimiento de la agenda médica de sus profesionales, y sobre eso deciden si necesitan comprar más servicios, reducen entre 40% y 60% las compras a privados”.

Matías Goyenechea, presidente de la Fundación Creando Salud, dice que esto “muestra la precariedad de algunos hospitales, donde hay muchos cargos que no están provistos, lo que repercute en el agotamiento de los equipos clínicos que no son capaces de hacerse cargo de las demandas”, por lo que terminan comprando servicios externos.

Terminar con estos contratos

En agosto, el ministro de Salud, Emilio Santelices, aseguró en la Cámara de Diputados que en el presupuesto de la cartera para el próximo año se eliminaría la glosa que permite las adquisiciones a sociedades médicas cuando los profesionales que ofrecen esos servicios tengan la calidad de titular o contrata en el sistema público de salud.

Sin embargo, el diputado PS Juan Luis Castro, presidente de la Comisión de Salud de la Cámara, asegura que no se eliminó la posibilidad de adquirir los servicios a través de esta modalidad, sino que solo se introdujeron mayores regulaciones.

“La actual partida mejora el escenario porque coloca un orden de preferencia y califica quién va a ser objeto de la compra de servicios, para que no sean los mismos jefes de servicios, pero no elimina a las sociedades médicas, solo las regula”, señaló el parlamentario.

“El Mercurio” pidió sus comentarios sobre la cantidad de dinero que los hospitales pagan a privados a la Subsecretaría de Redes Asistenciales, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.