Tarifa del plan universal asoma como una de las principales dudas en reforma a las isapres

El consenso de que el sistema de salud privado necesita una reforma está zanjado desde 2010, cuando el Tribunal Constitucional (TC) instó a hacer una nueva legislación, luego de concluir que las tablas de factores que utilizan las isapres para calcular el precio de los planes de sus afiliados, considerando el sexo y edad, son inconstitucionales y discriminatorias.

Desde entonces, han pasado tres gobiernos y dos proyectos, y se sumará el que presentará el Ministerio de Salud antes de enero. Después de varios meses de trabajo, el Gobierno propondrá una indicación sustitutiva que modificará el texto que descansa en el Senado desde 2013, que fue presentado por el exministro de Salud Jaime Mañalich durante el primer gobierno de Piñera y que ya está en segundo trámite constitucional.

La iniciativa que modificará Salud ingresó en 2011 y según Mañalich, fue ampliamente discutida, llegando a varios consensos que permitieron que “muchos de los problemas que se necesitan mejorar están bien trabajados”. La comisión de la cartera del Senado comenzará a discutir esta semana este proyecto para presionar por la indicación.

Según lo adelantado por el ministerio, ambas reformas tienen puntos en común que podrían no ser modificados, lo que aceleraría su tramitación. Por ejemplo, la iniciativa de Mañalich y la del ministro Emilio Santelices buscan crear un plan garantizado de salud y un fondo de compensación de riesgo para terminar con las discriminaciones por edad, sexo y las preexistencias.

Los puntos a negociar

En el debate, sin embargo, existen diferencias que según parlamentarios, podrían estancar la discusión. “El plan universal que dejamos en el proyecto que quedó en el Congreso tiene un precio único para todos los cotizantes de una isapre”, explica Mañalich. Agrega que “para las cargas menores de 25 años tiene un descuento de 50% en el precio”.

Que el plan tenga una tarifa plana para los afiliados, sin importar la edad o sexo, es uno de los puntos que han sido ampliamente discutidos.

Según el senador Francisco Chahuán (RN), de la comisión de Salud, “el TC y la Corte Suprema han sido claros en que no procede tener tablas de factores distintas y que los planes no debieran tener precios con diferencias sustantivas entre los afiliados”.

Pero el proyecto que prepara el ministerio considera un plan con tarifa variable, es decir, variará entre los afiliados según su edad o sexo, aunque con diferencias que deberían ser menores a las que existen hoy.

Guido Girardi (PPD), presidente de la comisión de Salud del Senado, afirma que “independiente de lo que el ministro presente, que yo creo que va a mejorar lo que hay hoy, igual vamos a llegar a una negociación”. Agrega que uno de los puntos esenciales “es tener tarifa plana que no discrimine entre los beneficiarios”.

Según Mañalich, el plan garantizado de la reforma que impulsó consideraba “todas las prestaciones GES, las aranceladas en Fonasa y los gastos catastróficos en salud”. La última vez que la Dirección de Presupuesto hizo el cálculo del costo del plan era de $23.948 mensuales.

Agrega que “este proyecto cumple con las expectativas de la gente, en el sentido que termina con las preexistencias, la declaración de salud, con los precios de entrada muy caros para los adultos mayores (…). No sé qué tan grande es la indicación que presentará el Presidente, pero si no es radicalmente diferente a lo que está en el Parlamento, el proyecto podría aprobarse como ley durante 2019”. Girardi asegura que “la idea es que en marzo podamos aprobar esto en el Senado”.